Un año después del fructífero ascenso al Espigüete, mi padre y yo nos aventuramos de nuevo por las altas cotas de la Montaña Palentina.
En esta ocasión nuestro objetivo era el Curavacas, y lo subiríamos partiendo desde Cardaño de Arriba, atacando así el pico por la más bonita cara norte.
El Curavacas, desde la carretera
Al amanecer ya estábamos en marcha, y los pájaros madrugaron con nosotros. Escribanos cerillos, pechiazules e incluso un par de mirlos capiblancos fueron algunos de los que se dejaron ver, pero curiosamente fue uno de los más tímidos el único que posó para una foto: la curruca mosquitera.
Curruca mosquitera
Avanzamos sin pausa por el valle, dirección al Collado del Vés, vigilados muy de cerca por las Agujas de Cardaño, la imponente Peña Prieta y el propio Espigüete. Para ver al Curavacas aún nos faltaba mucho...
Pedregosa (Lasiommata maera)
Agujas de Cardaño
Peña Prieta
Espigüete
Poco a poco fuimos ganando altura, atravesando una zona de matorral que resultó ser un auténtico quebradero de cabeza.
Por lo menos se compensó con las primeras observaciones de herpetofauna, correspondientes a una lagartija de Bocage y un sapo común.
Lagartija de Bocage
Sapo común
Rápidamente quedamos sorprendidos por la abrumadora cantidad de mariposas Apolo (Parnassius apollo) que revoloteaban por el lugar, desgraciadamente demasiado activas para una foto. Todo lo contrario ocurrió con las erebias cantábricas (Erebia palarica), menos frecuentes pero más agradecidas.
Erebia cantábrica o Montañesa gigante (Erebia palarica)
Finalmente alcanzamos el Collado del Vés.
Atrás dejamos el Espigüete y el camino recorrido...
...y hacia delante el Curavacas y lo que aún nos queda por andar.
Lo que habíamos subido ahora tocaba bajarlo, descendiendo de este modo rumbo a la base del pico, donde se encuentra el Pozo Curavacas.
Durante este tramo no faltaron ni bisbitas alpinos ni collalbas grises.
Bisbitas alpinos (adultos)
Bisbita alpino (juvenil)
Una vez en el Pozo Curavacas hicimos una parada para comer y disfrutar de esta laguna. En sus frías aguas pudimos ver varios ejemplares de trucha común...
Pozo Curavacas, a los pies del Pico Curavacas
Pozo Curavacas
A medida que recorríamos el margen del agua parecía que la presencia de anfibios era nula, pero resultó que estaban todos escondidos bajo la oquedad formada en la orilla, a resguardo del implacable sol que ese día nos ajusticiaba con 30ºC. Entre ellos se encontraban las ranas bermejas y los sapos parteros, y los tritones alpinos seguramente harían lo propio en las zonas más profundas.
Rana bermeja
Sapo partero común
Humedad y turberas hacen de éste un sitio muy propicio para plantas de los géneros Pinguicula, Drosera, Dactylorhiza o Gentiana.
Pinguicula grandiflora
Drosera rotundifolia
Dactylorhiza sp.
Gentiana sp.
Proseguimos nuestro camino, siendo ya el momento de la ascensión seria.
Aún nos esperaban mucha roca y mucho camino por delante...
De espaldas al Curavacas...
Algo con lo que no contaba (por contraste con el Espigüete) era el gran número de arroyos y cascadas que brotaban de la ladera, incluso ya muy arriba, lo que mantenía prados muy verdes, húmedos y llenos de vida.
Un ambiente que las lagartijas de turbera adoran.
Lagartija de turbera
Zoom al Naranjo de Bulnes (asomando a la izquierda de la foto), localizado en el Macizo Central de los cercanos Picos de Europa.
Naranjo de Bulnes (izqda.)
Como sé que en el Curavacas se han reintroducido cabras montesas estuve muy atento durante toda la jornada por si se dejase ver alguna.
No hubo suerte, pero me conformé con este grupo de rebecos cantábricos.
Rebecos cantábricos
Ya sólo nos quedaba una larga subida por la pared vertical, que implicaba varias trepadas sin mayor dificultad. Aquí tuvimos una breve observación de treparriscos, además de ambas especies de chovas y un saltamontes áptero de alta montaña endémico de la cordillera cantábrica.
Todo ésto a un lado de las vistas, que eran soberbias.
Chova piquirroja
Pozo Curavacas, visto desde lo alto
Vistas hacia la vertiente sur
Podisma carpetana ssp. ignatii
Vistas de la cresta, con el Espigüete al fondo
¡¡Y ya estamos arriba, el Curavacas queda conquistado!!
Sus 2.520 msnm lo convierten en el segundo mayor pico de la M. Palentina, superado por unos pocos metros por el Pico del Infierno (Peña Prieta).
En la cima del Curavacas (2.520 msnm)
Vistas desde la cima del Curavacas
En muchas cumbres suele haber algún animal acostumbrado a los montañeros en busca de restos de comida, y en esta ocasión le tocó al acentor alpino.
Acentor alpino
La siguiente está hecha con el móvil...
Acentor alpino
Una vez llegados a este punto sólo nos quedaba volver de nuevo a Cardaño, un camino que igualmente se haría largo. Para terminar dejaré estas fotos...
Muy a lo lejos se llegaba a distinguir el embalse de Aguilar de Campóo
Yo tocando el famoso cencerro de la cumbre
¡Espero que os haya gustado!
¡Curavacas conquistado! ¡Enhorabuena Alberto y Julián!
ResponderEliminarSe desprende de tu crónica que disfrutásteis de la ruta sobremanera, además de localizar y afotar un montón de interesantes avistamientos de todos las clases posibles.
¿Os encontrásteis a alguien en la subida al Curavacas? ¿Qué día fuisteis? 'Ojolince y Sra.' anduvimos buscando endemismos de flora por la norte del Curavacas el 25 de Julio.
Muy buena ruta y mejor crónica, Alberto.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Gracias! No esperaba tanto del Curavacas, pero la verdad es que me ha sorprendido gratamente, tal y como hizo el Espigüete...
EliminarNosotros subimos el 13 de julio, y como fue entre semana no coincidimos con nadie.
Hubiese sido muy bonito acompañaros en vuestra búsqueda de flora autóctona, habrá que ponerse un día de acuerdo para realizar una ascensión conjunta por la montaña leonesa jeje ;-)
Saludos
Rutaza dura pero fructífera, así da gusto pegarse la pateada para disfrutar de sus bichos y sus vistazas, me ha encantado.
ResponderEliminar¡Saludos! ¡Y tráeme un cachopo de rebeco!
Conociéndote seguro que te hubiese encantado la zona, te tengo que llevar a conocerla, aunque no nos demos tanta pateada.
EliminarUn día me haré con tu ansiado cachopo de rebeco y verás!! Y si te portas bien hasta te llevo una quesada de las de aquí, que sé que también te molan jeje.
Saludos
Impresionantes paisajes de montañas. ¿Cuántos km de ruta?
ResponderEliminar¡Vaya foto la de los saltamontes! es la primera vez que los veo; tampoco están nada mal las de rebecos y preciosas las droseras.
Estupenda entrada.
Saludos.
Pues ni más ni menos que 25Km, superando un desnivel real de 1100m y un desnivel acumulado de 1750m. Vamos, un "paseo" jeje.
EliminarEsos saltamontes también son novedad para mi, he leído que deben ser habituales en la dieta de las chovas piquigualdas.
Saludos