Ya bien entrados en el otoño decidí revisar la cámara de fototrampeo que tengo instalada en lo profundo de un hayedo de la Montaña Oriental Leonesa, lugar al que acudí en compañía de Jose Alberto Fernández y Martín Rey.
Los corzos han sido particularmente frecuentes. Me limitaré por tanto a compartir solamente un par de vídeos, uno muy bonito del acicalamiento mutuo entre dos ejemplares y otro mostrando un comportamiento francamente interesante, la ingesta de hojarasca, hasta ahora algo desconocido para mí.
Corzos (Capreolus capreolus)
El protagonismo de los ciervos ha sido considerablemente menor, pero aún así han sido varios los que han pasado frente a la cámara, tanto durante el día como durante la noche. Os dejo un macho y una hembra como muestra de ello.
Ciervos rojos (Cervus elaphus)
El resto de fauna captada está representada por una marta, un jabalí y un zorro.
Marta común (Martes martes)
Jabalí (Sus scrofa)
Zorro rojo (Vulpes vulpes)
De camino al lugar donde tenía escondida la cámara no faltó este gato montés, todo un clasicazo cantábrico cada vez más asiduo en este blog.
Gato montés (Felis silvestris)
Pero fue ya de vuelta a casa cuando irrumpió en escena la sorpresa a la que hago referencia en el título de esta entrada, ni más ni menos que un tejón campando a sus anchas a plena luz del día. He aquí unas fotos y unos vídeos del ejemplar, pues la ocasión lo merece... ¡No todos los días se tiene una observación así!
Tejón (Meles meles)
Y esto es todo por hoy...
¡Espero que os haya gustado!
¡Espero que os haya gustado!