ÚLTIMAS NOVEDADES EN CANTABRIA: 1 ejemplar de Avetoro común (Botaurus stellaris) en las marismas de Alday (Juan Pardo, 28/12/2022). 1 ejemplar de Colimbo ártico (Gavia arctica) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). 1 ejemplar de Ánsar piquicorto (Anser brachyrhynchus) en la ría de La Rabia (Máximo Sánchez, 01/01/2023). 4 ejemplares de Negrón especulado (Melanitta fusca) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). 7 ejemplares de Serreta mediana (Mergus serrator) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). PARA MÁS ACTUALIDAD VISITAR LA WEB: http://aves.eldelweb.com/Cantabria/noticias
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lunes, 1 de julio de 2019

Herpeteo por los montes leoneses

Esta primavera ha resultado herpetológicamente productiva por tierras leonesas, algo que debo agradecerle principalmente a Luis Albero

Víbora de Seoane (Vipera seoanei cantabrica), macho

Ya en la propia periferia urbana de la capital fuimos capaces de encontrar diferentes ejemplares de víbora de Seoane, entre ellos el gran macho adulto de las fotografías, pero también varios juveniles que rescatamos de un pozo del que a mayores sacamos incluso una rojiza culebra lisa meridional.

Víbora de Seoane (Vipera seoanei cantabrica), macho

Culebra lisa meridional (Coronella girondica)

Sin embargo las mejores jornadas se dieron en las regiones montañosas de la provincia, tales como La Valcueva o Valdeteja, donde buscamos lagarto verdinegro sin éxito pero tampoco nos volvimos con las manos vacías.

Lagarto ocelado (Timon lepidus)

Lagartija de Bocage (Podarcis bocagei)

Cejialba (Callophrys rubi)

Olmera (Nymphalis polychloros)

La cosa se nos puso más interesante en los Montes de León en compañía de Javier Burgos. Aquí las ranas patilargas fueron las primeras en aparecer, mientras que por otro lado los lagartos verdinegros se hicieron más de rogar y no aparecieron hasta el final de la jornada, siendo hembras todos los que pudimos encontrar.

Ranas patilargas (Rana iberica)

Lagartos verdinegros (Lacerta schreiberi), hembras

Esta zona también nos regaló varias especies de lagartijas, una hembra de lución, eslizones y un amplio repertorio de aves y mariposas.

Lución (Anguis fragilis), hembra

Eslizón tridáctilo (Chalcides striatus)

Doncella de ondas rojas (Euphydryas aurinia)

Escamas azules (Glaucopsyche melanops)

Tan sólo dos días después nos desplazaríamos hasta las montañas de Babia, y más concretamente a la Laguna de las Verdes. El objetivo principal en este enclave era la lagartija serrana, una especie nueva para Javi, pero aun así resultaba complicado dejar de prestarle atención a los rebecos, las aves o a la multitud de diferentes especies de orquídeas que salpicaban de color las praderas.

Babia

Rebecos cantábricos (Rupicapra pyrenaica parva)

Babia

Orchis mascula

Orchis mascula, ejemplar normal (izq) e hipocromático (dcha)

Dactylorhiza sambucina

Dactylorhiza sambucina var. rubra

Aceras anthropophorum

Orchis ustulata

Tal y como he podido comprobar en otras ocasiones la mayor parte de la vida se concentra en torno a las orillas de la propia laguna, algo que al menos en cuanto a los anfibios no sorprende demasiado. La actividad de este grupo era bastante alta, tratándose únicamente de anuros pero en números elevados: rana bermeja, sapo común, ranita de San Antonio y sapo partero.

Laguna de las Verdes

Rana bermeja (Rana temporaria)

Ranita de San Antonio (Hyla molleri)

Sapo partero (Alytes obstetricans), macho

Y en cuanto a reptiles dimos con las dos especies de lagartijas que aspirábamos a ver, es decir, la lagartija de turbera y la ansiada lagartija serrana.

Lagartija de turbera (Zootoca vivipara)

Lagartija serrana (Iberolacerta monticola), juvenil

Lagartija serrana (Iberolacerta monticola), hembra

Lagartija serrana (Iberolacerta monticola), macho

Con esto termino por hoy. Bueno, en realidad no, porque voy a cerrar con un sapillo pintojo que aunque no viene muy a cuento también es leonés.

Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi)

Nada más que contar...
¡Espero que os haya gustado!


jueves, 13 de agosto de 2015

El Curavacas, todo vida y paisaje

Un año después del fructífero ascenso al Espigüete, mi padre y yo nos aventuramos de nuevo por las altas cotas de la Montaña Palentina.
En esta ocasión nuestro objetivo era el Curavacas, y lo subiríamos partiendo desde Cardaño de Arriba, atacando así el pico por la más bonita cara norte.

El Curavacas, desde la carretera

Al amanecer ya estábamos en marcha, y los pájaros madrugaron con nosotros. Escribanos cerillos, pechiazules e incluso un par de mirlos capiblancos fueron algunos de los que se dejaron ver, pero curiosamente fue uno de los más tímidos el único que posó para una foto: la curruca mosquitera.

Curruca mosquitera

Avanzamos sin pausa por el valle, dirección al Collado del Vés, vigilados muy de cerca por las Agujas de Cardaño, la imponente Peña Prieta y el propio Espigüete. Para ver al Curavacas aún nos faltaba mucho...


Pedregosa (Lasiommata maera)

Agujas de Cardaño

Peña Prieta

Espigüete

Poco a poco fuimos ganando altura, atravesando una zona de matorral que resultó ser un auténtico quebradero de cabeza.
Por lo menos se compensó con las primeras observaciones de herpetofauna, correspondientes a una lagartija de Bocage y un sapo común.


Lagartija de Bocage

Sapo común

Rápidamente quedamos sorprendidos por la abrumadora cantidad de mariposas Apolo (Parnassius apollo) que revoloteaban por el lugar, desgraciadamente demasiado activas para una foto. Todo lo contrario ocurrió con las erebias cantábricas (Erebia palarica), menos frecuentes pero más agradecidas.

Erebia cantábrica o Montañesa gigante (Erebia palarica)

Finalmente alcanzamos el Collado del Vés.
Atrás dejamos el Espigüete y el camino recorrido...


...y hacia delante el Curavacas y lo que aún nos queda por andar.


Lo que habíamos subido ahora tocaba bajarlo, descendiendo de este modo rumbo a la base del pico, donde se encuentra el Pozo Curavacas.
Durante este tramo no faltaron ni bisbitas alpinos ni collalbas grises.


Bisbitas alpinos (adultos)

Bisbita alpino (juvenil)

Una vez en el Pozo Curavacas hicimos una parada para comer y disfrutar de esta laguna. En sus frías aguas pudimos ver varios ejemplares de trucha común...

Pozo Curavacas, a los pies del Pico Curavacas


Pozo Curavacas

A medida que recorríamos el margen del agua parecía que la presencia de anfibios era nula, pero resultó que estaban todos escondidos bajo la oquedad formada en la orilla, a resguardo del implacable sol que ese día nos ajusticiaba con 30ºC. Entre ellos se encontraban las ranas bermejas y los sapos parteros, y los tritones alpinos seguramente harían lo propio en las zonas más profundas.

Rana bermeja

Sapo partero común

Humedad y turberas hacen de éste un sitio muy propicio para plantas de los géneros Pinguicula, Drosera, Dactylorhiza o Gentiana.

Pinguicula grandiflora


Drosera rotundifolia

Dactylorhiza sp.

Gentiana sp.

Proseguimos nuestro camino, siendo ya el momento de la ascensión seria.
Aún nos esperaban mucha roca y mucho camino por delante...


De espaldas al Curavacas...


Algo con lo que no contaba (por contraste con el Espigüete) era el gran número de arroyos y cascadas que brotaban de la ladera, incluso ya muy arriba, lo que mantenía prados muy verdes, húmedos y llenos de vida.
Un ambiente que las lagartijas de turbera adoran.


Lagartija de turbera

Zoom al Naranjo de Bulnes (asomando a la izquierda de la foto), localizado en el Macizo Central de los cercanos Picos de Europa.

Naranjo de Bulnes (izqda.)

Como sé que en el Curavacas se han reintroducido cabras montesas estuve muy atento durante toda la jornada por si se dejase ver alguna.
No hubo suerte, pero me conformé con este grupo de rebecos cantábricos.





Rebecos cantábricos

Ya sólo nos quedaba una larga subida por la pared vertical, que implicaba varias trepadas sin mayor dificultad. Aquí tuvimos una breve observación de treparriscos, además de ambas especies de chovas y un saltamontes áptero de alta montaña endémico de la cordillera cantábrica.
Todo ésto a un lado de las vistas, que eran soberbias.


Chova piquirroja

Pozo Curavacas, visto desde lo alto

Vistas hacia la vertiente sur

Podisma carpetana ssp. ignatii

Vistas de la cresta, con el Espigüete al fondo

¡¡Y ya estamos arriba, el Curavacas queda conquistado!!
Sus 2.520 msnm lo convierten en el segundo mayor pico de la M. Palentina, superado por unos pocos metros por el Pico del Infierno (Peña Prieta).

En la cima del Curavacas (2.520 msnm)

Vistas desde la cima del Curavacas

En muchas cumbres suele haber algún animal acostumbrado a los montañeros en busca de restos de comida, y en esta ocasión le tocó al acentor alpino.


Acentor alpino

La siguiente está hecha con el móvil...

Acentor alpino

Una vez llegados a este punto sólo nos quedaba volver de nuevo a Cardaño, un camino que igualmente se haría largo. Para terminar dejaré estas fotos...

Muy a lo lejos se llegaba a distinguir el embalse de Aguilar de Campóo

Yo tocando el famoso cencerro de la cumbre


¡Espero que os haya gustado!