Retomo la actividad del blog con otra entrada de Aguilar de Campóo, pero en esta ocasión el protagonismo recaerá sobre un amplio y variado repertorio de animales que a penas se dejan ver en el transcurso de mis salidas bicheras por la zona.
Sesia apiformis
El primero de ellos es Sesia apiformis, un enorme y espectacular sésido del tamaño de un avispón. A pesar de su perfecto engaño nos encontramos frente a una mariposa nocturna de vuelo diurno, cuyas orugas son además xilófagas, lo que le hace aún más peculiar... Éstas atacan las raíces y la parte baja de los chopos, considerándose plaga de las plantaciones de dichos árboles, aunque lograr ver un adulto ya es otro cantar...
Sesia apiformis
Orificios de salida de las orugas de Sesia apiformis
Algo que caracteriza a este rocoso territorio del norte de Palencia es la enorme abundancia de plantas suculentas de la familia Crassulaceae, tales como Sedum o Sempervivum, que se incluyen entre las plantas nutricias de la emblemática Parnassius apollo. Obviamente hablamos de una mariposa alpina con más requerimientos ecológicos que el alimento durante su fase larvaria, pero hay ciertos puntos dentro del municipio de Aguilar donde éstos parecen darse permitiendo el establecimiento de estos majestuosos lepidópteros.
Sedum sp.
Apolo (Parnassius apollo)
Si antes hablaba de una mariposa que parecía una avispa ahora lo haré de una avispa que parece una hormiga: la hormiga de terciopelo.
Para quienes no la conozcan se trata de un insecto de lo más interesante y temible, pues las hembras de estas avispas carecen de alas (de ahí el nombre) y son muy famosas por poseer la picadura más dolorosa de todos los insectos de Europa, llegando al punto de serlo también de las más dolorosas del mundo (sólo por detrás de la mismísima hormiga bala y otras pocas especies). Para ello se vale de un aguijón tan largo como su propio abdomen que sólo muestra cuando va a darle uso, y del cual os muestro una foto conseguida en compañía de Carlos Rossi tras provocar a este ejemplar de la especie Ronisia barbarula.
Hormiga de terciopelo (Ronisia barbarula)
Detalle del peligroso aguijón de Ronisia barbarula
A pesar de que las currucas tomilleras, zarceras y carrasqueñas son muy frecuentes en todos mis paseos, la curruca rabilarga es una que a penas se prodiga. Un misterio que no logro comprender, ya que la zona aparentemente parece muy buena también para ella... Este ejemplar lo fotografié hace poco en la localidad de Corvio, hasta la fecha la única observación que tengo aquí.
Curruca rabilarga (Sylvia undata)
No hace demasiado que Juan Aguado me descubrió unas graveras en las que tras muchos años al fin pude encontrar renacuajos de sapo de espuelas, la única población de este anfibio que conozco en todo el norte de la provincia...
Renacuajos de Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)
Por supuesto no he perdido la oportunidad de visitar estas graveras durante la noche... Imposible resistirse con el eclipse de luna, los alcaravanes y los chotacabras cantando de fondo, y por supuesto todo el elenco de anfibios incluyendo metamórficos de sapo de espuelas, además de tritones jaspeados, ranas y otras tantas especies...
Eclipse de Luna
Metamórficos de Sapo de espuelas (Pelobates cultripes) y de Tritón jaspeado (Triturus marmoratus)
Larva de Tritón jaspeado (Triturus marmoratus)
Tritón jaspeado (Triturus marmoratus), hembra
Ranas comunes (Pelophylax perezi)
Sapo común (Bufo spinosus)
Metamórficos de Sapo partero común (Alytes obstetricans)
La sanguijuela fue otro de los habitantes de la charca que también se unió a esta fiesta nocturna, de la misma forma que lo hicieron las arañas lobo.
Sanguijuela (Hirudo medicinalis)
Araña lobo (Hogna radiata)
Y por último uno de los tantos chotacabras europeos que encontré en una zona de rebollar y que a lo largo de varias noches me han regalado escenas dignas de quedar grabadas en la memoria. A éste sin embargo, más tranquilo, lo encontré en medio de una pista forestal.
Chotacabras europeo (Caprimulgus europaeus)
Nada más que contar por hoy...
¡Espero que os haya gustado!