El último día de la estancia en Picos aprovechamos y nos montamos en el teleférico de Fuente Dé para observar aves alpinas en las altas cumbres.
Arriba nos encontramos muchísima nieve, algo que hace que algunas alpinas como el treparriscos o el gorrión alpino se muevan a cotas más bajas.
Teniendo en cuenta eso y que para el roquero rojo aún es pronto, la mayor parte de nuestras esperanzas estaban puestas en el acentor alpino.
Las que no fallan aquí son las confiadísimas chovas piquigualdas, siempre cerca de las personas esperando algo que comer (incluso lo cogen de la mano).
Chovas piquigualdas
Estuvimos un buen rato deleitándonos con sus acrobacias aéreas, vuelos sostenidos contra el viento y vertiginosos picados.
Chovas piquigualdas
Entre las peñas localizamos un confiado rebeco tomando el sol, el cual acabó levantándose por el cercano paso de unos montañeros.
Rebeco cantábrico
Continuamos caminando un buen rato sin ver nada más que un colirrojo y un bisbita alpino, y cuanto más pasaba el tiempo más perdíamos la esperanza...
Pero entonces un pequeño pájaro llegó volando a uno de los pocos claros que la nieve dejaba en la ladera. Miramos con los prismáticos y...¡Era el acentor alpino! Además no era nada tímido (como ya veis, algo habitual entre las aves del lugar), y nos sentamos muy cerca para fotografiarle mientras él seguía a lo suyo.
Acentor alpino
Un vídeo del ejemplar con el canto de la especie como audio...
Acentor alpino
De vez en cuando se dejó ver algún cuervo.
Cuervo
Y en lo más alto, casi inadvertida, volaba la reina de las aves...
Águila real
Llegó la hora de comer, y no tardaron en acercarse un montón de chovas dispuestas a hacernos compañía a cambio de parte de nuestro bocata.
Chovas piquigualdas
Este es un momento más que bueno para leer las anillas que la mayoría de chovas porta en sus tarsos. Miguel se encargó de anotar las 24 que pudimos leer durante ese rato, de las cuales estamos esperando el historial...
Chovas piquigualdas
Finalmente llegó la hora de irse, y ya abajo, antes de partir rumbo a casa, vimos algunos carboneros palustres y una pareja de alimoches volando muy altos.
Alimoche
En el camino de vuelta no faltó una breve parada en el parque natural Saja-Besaya para intentarlo con el picamaderos negro en una zona donde yo lo vi hace algunos años, pero se nos resistió, así que ya tenemos excusa para regresar en otra ocasión.
Y con el final de esta entrada termina la crónica de los días pasados en Liébana durante la Semana Santa, espero que os haya gustado.
Que entrada más guapa Alberto. Los paisajes son preciosos, las especies observadas una pasada y la cercanía con estas envidiable. ¡Qué envidia sana!.
ResponderEliminarNo me importaría compartir bocata con las chovas ;).
Saludos!!
La nieve le daba un toque espectacular al paisaje, aunque nos fastidió la observación de varias especies. Pero aún con esas mereció mucho la pena subir, hasta en el peor de los casos se puede ver algo interesante...
EliminarSaludos
Que buenas las fotografías de las chovas y espero que nos cuentes la historia de la que está anillada. Un saludo.
ResponderEliminarBueno, espero hacerlo de las 24 que estaban anilladas...jeje
EliminarSaludos
Y nosotros que pensabamos que las chovas anilladas era raro verlas¡¡¡¡ lo que tenemos que aprender....muy buena entrada Alberto. enhorabuena por las fotos y que bonita el águila real.
ResponderEliminarPor lo menos en Fuente Dé es muy fácil verlas anilladas, y no solo a las chovas, aquí anillan todo lo que se mueve...
EliminarMe alegro de que te guste la entrada, Javi.
Saludos
Chovas piquigualdas y acentor alpino muy bien fotografiados, qué envidia.
ResponderEliminarLa verdad es que no pensaba que las chovas fueran tan confiadas, pero al final su "gen" córvido...
A las piquigualdas las he visto en diferentes lugares de Picos, pero sólo tan confiadas en la zona del teleférico. Como bien dices, cómo se nota que son córvidos y han sabido sacarle partido a los turistas.
EliminarSaludos
¡Qué confiadas las chovas! Aunque tengo entendido que en estaciones de esquí y lugares así se acaban acostumbrando al hombre incluso especies como el gorrión alpino. Preciosas las fotos del acentor alpino!
ResponderEliminarSaludos!!
Seguro que de no haber habido nieve los gorriones alpinos también hubiesen estado muy confiados.
EliminarSaludos
Que ganicas de hacer un salida como esta, menuda excursiones te montas campeon.Envidia me da ese Alpino hace tiempo que no veo uno....
ResponderEliminarSaludos camperos!
Gracias Haritz. El acentor se nos portó de lujo, en este sitio las alpinas son muy agradecidas, además de fáciles de ver.
EliminarSaludos
Imagino el frío que pasasteis Alberto, pero al final tuviste recompensa, buenas fotos, una pregunta, cual es la razón de que haya tantas cosas anilladas? Simplemente curiosidad.
ResponderEliminarSaludos amigo
Lolo
Lolo, los del Grupo Ibérico de Anillamiento (GIA) son los responsables de esas anillas, y en esta zona "la han tomado" con las aves alpinas. Supongo que como estas aves son de seguimiento más difícil que otras, anillarán todo lo que puedan para tener más posibilidades de obtener datos para sus estudios...
EliminarSaludos