El otro día, estando en el pueblo, mi padre vino a buscarme contándome que en el huerto de nuestro amigo Juan había un petirrojo confiadísimo que se les ponía a un paso de distancia. Obviamente no dudé en aprovechar la ocasión.
Cuando llegué yo, estaba subido a un árbol manteniendo una "batalla sonora" con otro petirrojo que cantaba en la lejanía, y ahí estuvo un buen rato.
Cuando finalmente bajó vino a posarse tranquilamente a escasos 50 cm de mí. En la foto de abajo se ve bien la perspectiva con la que está sacada.
Me agaché para pillarle mejor, y lejos de asustarse se mantuvo ahí tan pancho. A la cámara le costaba enfocar a algo tan cercano y tuve que poner el modo macro. ¡Madre mía, de haber tenido una lombriz seguro que me la coge de la mano!
En fin, que este petirrojo me hizo pasar un buen rato en un día frío, lluvioso y muy malo en observaciones. Os dejo más fotos y un vídeo, espero que os gusten.
Mira que son monos.. como canta.. Enhorabuena por este Peti tan guapo.. Saludillos..
ResponderEliminarGracias Ana. Si que son monos, y más aún cuando tienen el plumaje hinchado así, que parecen una bolita...
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Aparte de las fotos, que ya imaginaba que con esa camara saldrian bien, es alucinante la calidad del video. Un saludo
ResponderEliminarLa verdad que la diferencia con la cámara anterior también la he notado en los vídeos, no sólo en las fotos.
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Como si estuvieras metido en un hide, je, je. Muy bonitas las fotografías.
ResponderEliminarLos petirrojos pueden llegar a ser muy, muy confiados, pero normalmente son más los de "ciudad".
Saludos.
Buf, ¡yo creo que mejor que en un hide! Es cierto que llama más la atención que se comporte así en una zona rural que en una ciudad... pero aunque fuese al revés seguiría llamando la atención por su extrema confianza!
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Que suerte Alberto. Se nota un montón los detalles del plumaje por lo cerquita que lo tuviste. Imagino que pasarías un buen momento, lástima no haberle podido dar de comer en la mano. Alucinan cuando el viento les levanta las plumillas y parecen peluchines.
ResponderEliminarUn abrazo!!
El rato que me hizo pasar este enano si que fue muy bueno, y se agradece después de un pésimo día pajarero. Como supongo que estará ahí siempre, le haré una visita el próximo día y le ofreceré una lombriz con la mano, a ver si me la coge, jeje.
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Encantador tu 'peti', Alberto.
ResponderEliminarHemos disfrutado mucho de las fotos y el video que le has hecho asi que nos podemos hacer una idea, del buen rato que pasaste en su cercana compañía.
Si pruebas con la lombriz ya nos mostrarás el resultado.
Un saludo de 'ojolince y sra.'
No dudes que, si lo consigo, sacaré un vídeo y lo pondré en el blog. ¡Hay que ver el juego que me va a acabar dando el pajarito!
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A 50 cm! ¡madre mía!
ResponderEliminarUna preciosidad de serie pero sobre todo esa nº 7 ¡qué bonita imagen!
Saludos
¡No te crees lo cerca que se te pone hasta que lo tienes ahí! Esa foto que dices a mí también me gustó mucho cuando la saqué, se le ve muy bien cantando en ese posadero tan despejado. ¡Me alegro de que te guste!
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Algunos petis se vuelven confiadísimos en sitios donde parece que aprenden que nadie les molesta.
ResponderEliminarEn la Sierra de Andújar por ejemplo hay algunos así, el año pasado le llegaba a dar miguitas de pan de mi mano a uno. Se acercaba volando, se posaba en mis dedos los segundos justos para coger la comida y se iba de nuevo, era graciosísimo.
Qué bien has disfrutado al granujilla, ha salido bien guapo.
¡Saludos!
Seguramente sea tan confiado por eso que dices. ¡Qué suerte que te comiese de la mano, a ver si éste se porta igual de bien la próxima vez!
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Si les das de comer como sobado o magdalena , queso rayado , migas , se te acercara cada dia mas .Creo que sera el pajaro mas confiado que hay .Si encima le pones un posadero bonito con el alimento al lado te pueden salir las fotos mas bonitas aun.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por la información, Ángel. Menudo festín se va a pegar, jeje
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QUE BONITO ES LLEGAR A TENER ES COMPLICIDAD CON UN SER SALVAJE!!
ResponderEliminarYa lo creo, Haritz. Es uno de esos pequeños momentos que te llenan...
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