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lunes, 8 de julio de 2019

Víboras y mucho más por el norte de Burgos

A mediados de junio Luis Albero y un servidor partimos hacia el norte de Burgos, donde habíamos quedado con Pablo Varona, Julen Santacristina y Unai.
El objetivo principal del fin de semana que teníamos por delante eran las víboras, y más concretamente la hocicuda y la áspid. No así la de Seoane, ya que todos procedíamos de zonas con buena abundancia de dicha especie.

Víbora áspid (Vipera aspis), hembra

Nos quedamos en la casa del pueblo de Pablo, llegando todos ya de noche. Un pueblo muy animado por cierto (bicheramente hablando), con una buena población de sapos parteros, además de contar con la presencia de de sapillo moteado en unas graveras cercanas.

Sapos parteros comunes (Alytes obstetricans pertinax)

Sapillo moteado mediterráneo (Pelodytes hespericus), postmetamórfico

Al día siguiente dimos por inauguradas las jornadas de "viboreo" burgalés, y aunque la mañana empezó floja lo compensamos con multitud de orquídeas, mariposas, aves y un nido de águila real con un diminuto polluelo.

Orchis militaris

Orchis fragans

Polluelo de Águila real (Aquila chrysaetos)

Más tarde cambiamos de zona para probar más suerte con la latastei, y bajo el implacable sol del mediodía proseguimos con la búsqueda... 

Norte de Burgos

Ranita de San Antonio (Hyla molleri)

Blanca del majuelo (Aporia crataegi)

Finalmente, y tras mucha perseverancia, logramos dar con un buen ejemplar con un sensacional patrón de coloración. De lo mejor de todo el viaje, sin duda.

Víbora hocicuda (Vipera latastei), macho

Durante las horas de más calor la cosa volvió a aflojar bastante, y entre más orquídeas, más mariposas y diferentes lagartos fuimos rellenando la tarde.

Orchis anthropophora

Himantoglossum hircinum


Malacosoma castrensis

Lagarto verde (Lacerta bilineata), macho

Lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi), macho

Cuando empezó a caer la tarde acudimos a una zona de contacto entre ambas especies de víbora donde ya se han documentado varios casos de hibridación, algunos realmente curiosos. Nosotros nos presentamos allí sin muchas esperanzas, pero por casualidades del destino no sólo dimos con una víbora, sino concretamente con una con todas las papeletas para tratarse de un híbrido.

Presunto híbrido de Víbora hocicuda/áspid (Vipera latastei x Vipera aspis)

Son muchos los rasgos combinados que a falta de un análisis genético respaldan esta suposición. Por un lado tenemos algo tan definitorio para víbora áspid como lo es el hecho de que tenga dos escamas apicales, mientras que un hocico bien levantado y las escamas de la cabeza muy fragmentadas son características propias de la hocicuda. El patrón tampoco deja de ser curioso, y a la par que vemos un claro zigzag muy ondulado (distintivo de Vipera latastei) también distingimos superpuesta la línea dorsal tenue clásica de Vipera aspis.

Presunto híbrido de Víbora hocicuda/áspid (Vipera latastei x Vipera aspis)

Un animal muy curioso, no cabe duda. Cuando acabamos con él nos dirigimos a un último enclave en busca de víboras áspid "puras", pero por desgracia ya se nos había hecho muy tarde... Sin embargo fue en estos momentos crepusculares cuando dimos con otro reptil que supuso toda una novedad para mi y del que desconocía su presencia en el norte de Burgos: el eslizón ibérico.

Eslizón ibérico (Chalcides bedriagai)

Por la noche nos acercamos a un estanque artificial que nos pillaba más o menos de camino de vuelta a la casa, pero tan sólo encontramos tritones jaspeados (¡todavía en celo!) que milagrosamente sobrevivían en un medio literalmente plagado de cangrejos rojos y enormes black basses.

Tritones jaspeados (Triturus marmoratus), pareja en cortejo

Black bass (Micropterus salmoides)

Durante toda la mañana siguiente nos dejamos el cuerpo y el alma buscando víbora áspid, pero no hubo manera. Eso sí, nos empachamos a cuenta de eslizones tridáctilos, un lución, lagartijas, corzos, más mariposas, más orquídeas y aves tan bien recibidas como el alimoche o el roquero rojo.

Norte de Burgos

Lución (Anguis fragilis), hembra

Lagartija colilarga occidental (Psammodromus manuelae)

Corzo (Capreolus capreolus)

Oruga de mariposa nocturna de la familia Psychidae, envuelta en la funda protectora de materias vegetales característica de este peculiar y primitivo grupo

Zygaena lavandulae

Escama de borde ensangrentado (Diacrisia sannio)

Anacamptis pyramidalis

Ophrys apifera


Ophrys scolopax

Aquí terminaban nuestras aventuras como grupo, y tras comer en el pueblo de Pablo nos despedimos definitivamente. Ellos aún se quedarían por allí mientras que Luis y yo partimos de regreso a León, pero no sin antes hacer escala en una última ubicación en la que Luis tenía constancia de la presencia de víbora áspid... ¡Y menudo sitio, pues bajo la primera piedra buena que levantamos ya dimos con un brutal ejemplar de 61cm! Todo un monstruo de pura fibra.

Víbora áspid (Vipera aspis), hembra

Pero la cosa no queda aquí, ya que pasados unos escasos minutos apareció otra. Bastante más pequeñaja, eso sí, y de ojos oscuros...

Víbora áspid (Vipera aspis)

¡Y aunque suene a trola, tan sólo cinco minutos después encontramos otra más! Además si la primera parecía insuperable entonces a ésta se la podría considerar gigantesca, ya que alcanzaba la friolera de 66cm... ¡Un bicho impresionante!
La densidad aquí debe ser altísima, ya que todo ocurrió en un radio de 50m.

Víbora áspid (Vipera aspis), hembra

Lo tuvimos que dejar aquí porque ya se nos hacía de noche y todavía nos quedaban dos horas de coche por delante, pero ni mucho menos nos quejamos.
Así concluye esta singladura burgalesa donde a pesar de haber superado todas las expectativas lo más grande fue indudablemente la compañía.

Y hasta aquí por hoy...
¡Gracias por visitar el blog!



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