Amanece en zona de osos. Me acompañan mi padre, nuestro gran
amigo Juan Aguado y su mujer. No hay nadie más.
Cosas que tiene la Montaña Palentina...
Los primeros rayos de sol de la mañana aun no iluminaban más que las crestas de las montañas, pero en lo alto ya estaba preparada la reina de las aves.
Nosotros, mientras tanto, seguíamos esperando pacientemente.
Águila real (Aquila chrysaetos)
No tuvimos que esperar mucho, de hecho todavía no daba el sol en la ladera de enfrente cuando un oso irrumpió en escena.
Se trataba del primer oso pardo para todos los presentes, y que fuese en nuestra querida Montaña Palentina le añadía un plus. ¡Indescriptible!
Oso pardo (Ursus arctos)
Poco a poco fue descendiendo hasta que su camino se cruzó con el de un jabalí. Al principio ambos parecían plantar cara, pero como podréis ver en
el vídeo, el jabalí retrocede mientras el oso cambia de dirección. Todo sea por evitar un confrontamiento innecesario.
Oso pardo (Ursus arctos) arriba, y Jabalí (Sus scrofa) abajo
Encuentro entre Oso pardo y Jabalí
Eran los abundantes frutos de escuernacabras lo que el oso andaba buscando, y desde luego estaba en el lugar apropiado.
Al cabo de un rato se introdujo entre la maleza, donde lo perdimos de vista.
Oso pardo (Ursus arctos)
Decidimos aguardar por si volviese a salir. Ahora el sol ya había salido por completo y empezamos a prestar atención a otro tipo de mamíferos...
Ciervo (Cervus elaphus), hembra
Corzos (Capreolus capreolus)
Los ánimos empezaron a decaer en picado cuando, al fin, el plantígrado decidió emerger de la espesura, regalándonos unos momentos mágicos.
Oso pardo (Ursus arctos)
A continuación podréis ver en vídeo al oso en todo su esplendor.
¡Que lo disfrutéis!
Oso pardo (Ursus arctos)
Todo lo bueno llega a su fin, y también lo hizo nuestro contacto visual con el oso, por lo que optamos por retirarnos. Pero aún era pronto y decidimos sacarle todavía más jugo a la jornada, por lo que nos introdujimos en un gran hayedo cercano donde teníamos constancia de la presencia de picamaderos negro.
El hayedo también contaba con algo de roble, mucho acebo y serbales de cazadores. Sinceramente no se me ocurre un mejor tipo de bosque posible.
No vimos picamaderos, pero en su lugar sí se dejaron ver picos medianos y agateadores norteños en números llamativamente altos.
Pico mediano (Dendrocopos medius)
Nido de Pico mediano
Y nada más que contar.
¡Espero que os haya gustado!
Preciosa entrada Alberto.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Gonzalo.
EliminarSaludos
¡Enhorabuena Alberto por ese primer oso!
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
EliminarSaludos
El primer oso nunca defrauda, enhorabuena.
ResponderEliminar¡Sin duda! Muchas gracias.
EliminarSaludos
Muy buena entrada, como siempre, enhorabuena!
ResponderEliminar¡Hombre, que alegría tenerte por aquí! Gracias.
EliminarSaludos
Puede que con suerte haya más, pero ese primer encuentro con un oso cantábrico ya no se olvida!!
ResponderEliminarEnhorabuena por el avistamiento, el disfrute y los documentos conseguidos y compartidos.
¡Todo un lujo!
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Imagino que os pase eso con vuestro primer oso, desde luego es una sensación que te llena el pecho...
Eliminar¡Muchas gracias!
Saludos
Hubiera sido ya el colmo ver también el mismo día al pajarraco carpintero, vaya tela.
ResponderEliminar¡Enhorabuena, tunante!
Ya bueno, pero cayeron picos medianos, que también es algo muy cantábrico jeje. ¡Gracias!
EliminarSaludos