En septiembre me fui un fin de semana yo solo a Aguilar, sin coche.
Por la mañana cogí la bicicleta con la idea de ir hasta Corvio (a unos 6km) y bichear un poco por allí. Sin embargo, ya casi llegando, me sentí motivado para continuar pedaleando y al final acabé dando toda la vuelta al Embalse de Aguilar.
Sumé un total de 56km, haciendo varias paradas en los puntos estratégicos.
El recorrido completo realizado
Renedo de Zalima fue mi primer objetivo. De camino vi mis primeros papamoscas cerrojillos del paso y un precioso ejemplar adulto de alcotán.
Papamoscas cerrojillo
Alcotán europeo
La idea era la de ver limícolas en la cola del embalse, pero no había mucha variedad en esta zona, encontrando sólo andarríos chicos y un archibebe claro.
Lo que sí localicé fue una garceta común, especie que no se prodiga demasiado en la comarca de la Montaña Palentina.
Garceta común
Desde el primer momento me percaté de la presencia de varios buitres, a los que no hice demasiado caso hasta que se sumaron más de medio centenar de ejemplares, por lo que deduje que debía haber una carroñada no lejos de allí a consecuencia de algún ciervo o vaca muerta... Y efectivamente así era.
Buitres leonados
Al poco hice otra parada, esta vez en un sitio donde he tenido observaciones bastante interesantes en el pasado, sin mucho éxito en esta ocasión.
Niña celeste (Lysandra bellargus)
Milano real
A las 14:00 llegué a Salinas de Pisuerga, donde decidí detenerme para comer el tupper de macarrones que me había hecho para la ocasión.
Concretamente lo hice bajo la Iglesia de San Pelayo, supervisado por las atentas miradas de los aviones roqueros que descansaban en su fachada.
Salinas de Pisuerga
Aviones roqueros
El resto del camino lo hice con bastante calma, siempre con los ojos bien abiertos, y realizando un último intento para limícolas en la cola de Quintanilla de la Berzosa. Ésta sería la última parada larga de la jornada.
No habrá sido tan espectacular como el del año pasado, pero no puede decirse que el paso de este 2015 se haya dado mal.
De hecho saqué dos especies nuevas para la zona: correlimos zarapitín (1ej) y correlimos tridáctilo (3ej), haciendo compañía a otras limícolas más comunes.
Chorlitejos grandes
Grupo de limícolas
Chorlitejos grandes y Correlimos comunes
Correlimos común
Correlimos zarapitín (derch.)
Correlimos tridáctilos
Y para rematar el día, un pequeño grupo de jóvenes espátulas.
Garzas reales y Espátulas comunes
¡Espero que os haya gustado!
Hola Alberto.
ResponderEliminarEl pantano esta muy desolado, primero que no hace frio, y luego que cuando algo viene, las motos se encargan de que no estén mas que un tiempo corto.
Saludos Juan
Tendremos que revisar todos los bandos de anátidas cuando llegue el frío de verdad ;-)
EliminarSaludos