Volviendo con fuerza

Por fin llegaron las vacaciones de Navidad y puedo volver a Cantabria para pajarear a lo grande en estas fechas clave. Y qué mejor para comenzar que ir a Santoña en busca de un ave cuya llegada llevaba años ansiando...

El día 21, Álvaro Bustamante localizó un somormujo cuellirrojo desde el puente de Cicero-Santoña. Hacía cinco años que no se veía a este raro somormujo por nuestra costa, de modo que al día siguiente fui a intentar verlo/bimbarlo.

Cuando llegué a las marismas aún no había amanecido y la luz era muy pobre, pero a pesar de ello localicé enseguida al ansiado somormujo.

Somormujo cuellirrojo

Con la satisfacción de haber cumplido el objetivo, decidí esperar a que amaneciese y poder así sacarle alguna foto decente (por lo menos con mejor luz).

Mientras tanto, sobre el puente pasó volando un grupo de doce moritos, y en el agua un confiado negrón daba buena cuenta de un cangrejo.

Moritos comunes

Negrón común

Sin perder aún de vista al somormujo, tuve la ocasión de sacarle a un bonito zampullín cuellirrojo la foto más cercana que tengo de la especie hasta la fecha.

Zampullín cuellirrojo

Tras la espera por fin se hizo de día ("buen momento para retratar en condiciones al somormujo", me dije), pero justo en ese momento levantó el vuelo y se alejó hasta que lo perdí de vista. A lo largo del día se le volvería a relocalizar, pero a mi pesar yo ahí ya no estuve presente.

Somormujo cuellirrojo

Con el Sol recién emergido del horizonte me dirigí al embarcadero de Santoña.

Allí no fallaron sus famosos cormoranes moñudos...

Cormorán moñudo (ad.)

Cormorán moñudo (jov.)

Luego continué caminando por el paseo marítimo, con la mirada puesta en el agua en busca de la silueta de algún posible colimbo.

Y efectivamente, no tardé en localizar hasta tres ejemplares frente a la playa.

Colimbos grandes

La cantidad de negrones aumentaba por momentos...

Negrón común

Desde la propia Santoña se veía a las barnaclas carinegras alimentándose en la playa del Regatón de Laredo, por lo que decidí ir hacia allí con la esperanza de que a mi llegada aún permaneciesen en el lugar... y tuve suerte.

Barnaclas carinegras

Vistas de cerca son unos bichos preciosos...

Barnaclas carinegras

Tras un rato deleitándome con ellas, unas gaviotas poco amigables y con ganas de "bronca" hicieron levantar el vuelo a dos de las barnaclas, lo que hizo que el resto (las cuarenta y siete restantes) no tardasen en acompañarlas.

Barnaclas carinegras

Sólo quedaron en el arenal el resto de anátidas que en esos momentos se alimentaban junto a ellas, silbones en su gran mayoría...

Silbón

Y para cerrar entrada, este correlimos tridáctilo que correteaba por la playa.

Correlimos tridáctilo

¡Espero que os haya gustado!