Ya de vuelta en Cantabria (aún en compañía de Nayib y Javier) madrugamos para estar a primera hora en Fuente Dé y así montar en el teleférico que nos introduciría en pleno Macizo Oriental de los Picos de Europa.
Comenzamos a inspeccionar los canchales y los prados alpinos más próximos a la estación superior, lo que además de chovas piquigualdas nos brindó las primeras y poco satisfactorias observaciones de gorrión alpino y treparriscos.
Collalba gris (Oenanthe oenanthe), macho
Chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus)
Llegando a La Vueltona hicimos una parada para comer unos frutos secos. Fue entonces cuando entró en escena un joven quebrantahuesos sobrevolando Peña Olvidada. Además estaba marcado con un panel amarillo en cada ala, por lo que sabemos que se trata de "Centenaria", una hembra de dos años de edad. Esperemos que aguante por aquí y en el futuro nos deje descendencia para Cantabria... aunque no sea un sentimiento compartido por las chovas de la zona, que le acosaron en todo momento.
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), inmaduro
Tras observar un joven acentor alpino en La Vueltona nos desviamos hacia la izquierda y tomamos rumbo dirección a Cabaña Verónica.
Fue en este recorrido donde aprovechamos para comer el bocadillo, y mientras tanto las chovas piquigualdas no perdieron la oportunidad de acercarse para mendigarnos o robarnos algo de comida que llevarse al pico... aunque un poco les acabamos regalando nosotros, no sin unas fotos a cambio.
Chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus)
Como era de esperar los treparriscos fueron los que más juego dieron. Encontramos varios ejemplares a lo largo del día, capturando insectos y arañas entre los grandes bloques calizos de los canchales y en las grietas de los impresionantes paredones de la zona.
Treparriscos (Tichodroma muraria)
Treparriscos (Tichodroma muraria), VÍDEO
Ésta gran polilla, Noctua pronuba, bien podría ser una de sus presas habituales...
Noctua pronuba
El día cambió y empezó a echarse la niebla, de modo que no nos quedó más remedio que emprender el camino de vuelta. Ello no implicó que estuviese menos entretenido que la ida, ya que nos topamos con un grupo familiar de gorriones alpinos que disfrutamos a placer.
Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), hembra
Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), macho
Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), hembra
Gorriones alpinos (Montifringilla nivalis), pollos volantones
Gorriones alpinos (Montifringilla nivalis), hembra cebando a un volantón
Gorriones alpinos (Montifringilla nivalis), macho y pollo volantón
Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), macho
La niebla nos acabó alcanzando, pero una vez encaminados en el sendero principal no había mayor problema. Ya de regreso en la estación, justo antes de montar en el teleférico, un acentor alpino apareció para decirnos adiós.
Acentor alpino (Prunella collaris)
Y así es como descendimos de nuevo a "tierras bajas", satisfechos y con muy buen sabor de boca. ¡Sólo nos faltaron unos rebecos para rematar!
Nada más que contar por hoy...
¡Espero que os haya gustado!
Qué recuerdos tan chulos con esto. Tiene que haber sido la hostia estar allí y en Gredos en tan poco tiempo.
ResponderEliminar¡Saludos!
¡Qué buen paseo y avifauna alpinos!
ResponderEliminarSiempre resulta muy agradecida la visita a las altas praderías de 'Picos' pues regresas, como te ha sucedido, con un montón de gratos recuerdos.
Muy buenas las fotos del grupo familiar de gorrión alpino ¡qué amigables!
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'