Cuando tienes tan poco tiempo libre que no puedes permitirte ni un simple paseo a la Candamia, el leonés y urbano Parque de Quevedo es una de las mejores elecciones para ver algo de variedad de pajarillos (especialmente en invierno).
Estanque del parque, parcialmente congelado
Es lógico que abunden especies urbanas tan comunes como los gorriones, mirlos y petirrojos. De hecho, cualquier parque es bueno para ellos.
Gorrión común
Mirlo común
Petirrojo europeo
No faltan los dos córvidos típicos de la ciudad: la urraca y la grajilla.
Además, el parque cuenta con la graja como especie reproductora.
Urraca
Ahora en invierno, también es posible ver algún pico picapinos...
Pico picapinos
Lo que de verdad lo convierte en un buen parque es que dispone de un buen repertorio de plantas que suministran a las aves bayas y semillas en esta época tan fría. Es el caso del Cotoneaster lacteus y sus atractivos frutos rojos.
Palomas torcaces, alimentándose del Cotoneaster
Mirlo común, alimentándose del Cotoneaster
Un espacio del parque dedicado a las coníferas permite disfrutar de especies ligadas a los pinares, como los reyezuelos listados y los carboneros garrapinos, así como otros páridos más habituales (herrerillos y carboneros comunes).
Reyezuelos listados
Herrerillo común
Y en cuanto a los árboles, los que se llevan la palma en el lugar son los arces. No sólo entre las granívoras, sino que también son muy frecuentados por especies insectívoras, que buscan activamente su alimento entre las alas de las semillas.
Herrerillo común
Mosquitero común
Agateador común
Curruca capirotada
Y por supuesto, las propias semillas son el mayor atractivo, y esta especie en particular supone un buen almacén de ellas. Los que las explotan son principalmente fringílidos: pinzones vulgares, verderones comunes...
Pinzón vulgar
...y los protagonistas de este invierno: los picogordos.
No resultan demasiado fáciles de ver en León, especialmente en la ciudad, de modo que es un placer poder contar con ellos en este parque.
Picogordo
Como veis, un parque no demasiado grande puede convertirse en todo un refugio invernal para las aves simplemente haciendo una buena elección de las especies vegetales que se planten en él (las de aquí son sólo un ejemplo), algo que se debería tener en cuenta para los parques del resto de ciudades.
Picogordo
Como siempre, espero que os haya gustado la entrada.
¡Fotón del listado!
ResponderEliminarGracias Máximo!
EliminarSaludos
Menudo reportaje más completo. No se te pasó ninguno.
ResponderEliminarDifícil fotografiar el reyezuelo con lo rápido que es.
Estupendas fotos
Saludos.
Gracias Jose, me quede con las ganas de fotigrafiar a alguno más pero tampoco me quejo jejeje...
EliminarSaludos
Que pasada la primera foto de Reyezuelo y la última de Picogordo, una entrada muy chula. Saludos desde Castro-Urdiales.
ResponderEliminarEl reyezuelo estaba espectacular con el píleo así, el nombre inglés de Firecrest desde luego lo lleva muy bien puesto jaja
EliminarSaludos
En tu línea Alberto, buenas fotos y completa entrada. Enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Jose Alberto ;-)
EliminarSaludos
Ya solo por los picogordos merece la pena un paseíto.
ResponderEliminarComo cántabro te entiendo; para nosotros es un bicho guapísimo!
EliminarSaludos
Un gusto conocer de tu mano el leonés parque de Quevedo y comprobar la vida que alberga gracias a tus espléndidas fotos.
ResponderEliminarEn Valladolid sucede algo semejante en el Campo Grande ya que su riqueza arbustiva y arbórea, permite disfrutar de un confortable invierno a una lista de especies como la de tu resumen.
Otra cuestión es conseguir fotografiarlos tan bien como tú lo has hecho!!
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
El Campo Grande de Valladolid lo conozco personalmente, ese parque si que está bien, hasta con ardillas que te comen de la mano...
EliminarSi yo he podido sacar estas fotos no dudo que cualquiera pueda superarlas, pero muchas gracias por el cumplido jejeje
Saludos