A lo largo de este invierno y primavera he tenido la ocasión de hacer varias incursiones por la montaña leonesa en compañía de varios de los amigos que he hecho este año en León. En esta entrada voy a hacer un recopilatorio-resumen de lo mejor de algunas de ellas (ornitológicamente hablando).
Montaña de Pola de Gordón vista desde el Pico Fontañán
Pico Peñacorada (1835m):
La ascensión al Peñacorada no destacó por las especies observadas (que fueron más bien pocas, debido a la época del año) pero si por sus espectaculares vistas. En este sentido, tal vez sea la más bonita de las rutas que hicimos.
Con el Pico Corbero al fondo
Por el suelo correteaban pequeños insectos, como la cicindela tigre, y algunas lagartijas roqueras. Además, los primeros narcisos del año acababan de florecer.
Cicindela campestris
Lagartija roquera
Narcissus asturiensis
En el último tramo de la subida, poco antes de llegar a la cima, nos sorprendió un enorme bando de chovas piquigualdas. También vimos alguna piquirroja...
Chovas piquigualdas
Y ya en la cumbre, solo podíamos quedarnos boquiabiertos con el paisaje que se extendía frente a nosotros. ¡Qué mejor lugar para comer el bocadillo que éste!
En la cima del Peñacorada
Peña Galicia (1665m):
La subida a Peña Galicia tampoco destacó por una gran variedad de observaciones, en este caso por culpa de la meteorología.
Comenzamos con Sol, pero pronto se echaron las nubes y comenzó a soplar un gélido viento que cortaba la cara...
En el primer tramo atravesamos algunos bosquecillos en los que observamos algunos paseriformes, páridos y escribanos en su mayoría.
Carbonero garrapinos
Escribano montesino
Continuamos caminando hasta que al fin encontramos la característica silueta de Peña Galicia. Una vez en su base ya sólo nos quedaba subir, algo que se hizo muy complicado y agotador debido a la dura y resbaladiza nieve y al ya citado viento, terriblemente frío y molesto.
Peña Galicia
Chovas piquirrojas
Pinzón vulgar
Pero todo esto mereció la pena, pues durante la ascensión se nos cruzó un ejemplar de PERDIZ PARDILLA. ¡¡Subidón para el cuerpo!!
Por desgracia, demasiado rápida para poderle sacar una mera foto...
Montaña de Valdepiélago vista desde Peña Galicia
Restos del Castillo de Aviados, ya durante la bajada...
Castillo de Aviados
Cueto San Mateo (1610m):
Esta ruta fue primaveral al 100%, con mucho bicherío, un tiempo excelente y sin nieve que entorpeciese la marcha.
Fueron frecuentes los abrevaderos, en los cuales encontramos multitud de renacuajos de sapo partero y larvas de salamandra. Y en un bosque que atravesamos al comienzo de la ruta destacar una familia de piquituertos.
Renacuajo de sapo partero
Larva de salamandra común
Piquituerto común (juvenil)
Dejamos la pista forestal y llegamos a la falda del Cueto. Eran muchos los pájaros que con su canto nos animaban durante la subida, al igual que las abundantes orquídeas hacían con sus colores. También eran abundantes las aceiteras, un bicho que siempre resulta llamativo de ver mientras corretea por el suelo...
Cueto San Mateo
Acentor común
Aceitera
Pero la estrella fue ésta lagartija de Bocage, endemismo del noroeste ibérico.
Lagartija de Bocage
Ya en la cima paramos a descansar, deleitándonos con el vuelo de varias chovas piquigualdas, cuervos, milanos negros y águilas calzadas.
Y entre los lepidópteros, resultaron especialmente abundantes las chupaleches.
Chovas piquigualdas
Cuervo común
Milano negro
Águila calzada
Chupaleches
Pico Polvoreda (2011m):
Casi al final del curso por fin subimos un pico al que teníamos especiales ganas, el emblemático Polvoreda, el dosmil más meridional de la Cordillera Cantábrica.
No nos faltó flora alpina...
Pulsatilla rubra ssp. hispanica
Gentiana verna
Los alimoches nos recibieron nada mas llegar, mientras que las abundantes collalbas grises se encargaron de hacernos compañía durante toda la ascensión.
El bisbita alpino, aunque escasamente, fue otro de los pajarillos que también se dejaron ver, y ya en la cima nos topamos con un ejemplar de lagartija serrana.
Alimoche
Collalba gris
Bisbita alpino
Lagartija serrana
Desde nuestra posición disponíamos de unas estupendas vistas de todas las montañas y picos que nos rodeaban, como la imponente Peña Ubiña o la ya conocida por nosotros Peña Galicia (de la que hablé antes) que desde esta altura parecía incluso pequeña... ¡Con lo que nos costó subirla en su momento!
Peña Ubiña
Peña Galicia
La bajada fue mas interesante que la subida en cuanto a la observación de aves, con numerosas chovas piquigualdas, buitres leonados y aviones roqueros.
Buitre leonado
Avión roquero
Atravesando una zona de afloraciones calizas, un canto familiar levantó mis sospechas y me hizo afinar los sentidos en busca de su origen...
Se trataba de un precioso macho de roquero rojo, que además se mostró bastante confiado cuando intenté aproximarme a él.
En total pude observar dos parejas de este ave durante la bajada.
Roquero rojo
¡Y esto es todo! Sólo mencionar que en ningún momento hemos hecho uso de coche (más que nada porque no tenemos), sirviéndonos únicamente de autobuses y trenes para llegar a estos lugares.
Ésto nos ha limitado bastante los sitios a los que ir, pero creo que hemos sabido explotar al máximo nuestros recursos... ¡El curso que viene más!
Ésto nos ha limitado bastante los sitios a los que ir, pero creo que hemos sabido explotar al máximo nuestros recursos... ¡El curso que viene más!
Bonitas y variadas imágenes.. Qué guapo el Roquero rojo..
ResponderEliminarGracias Ana. ¡Es un bicho precioso!
EliminarSaludos
Muy bien aprovechada tu estancia estudiantil leonesa, al menos en lo que a rutas y observaciones se refiere.
ResponderEliminarLeón es una provincia sorprendente, con gran biodiversidad y una extensísima colección de montañas que también 'Ojolince y Sra.' hemos comenzado a descubrir.
Tu resumen es una buena muestra de ello y, como dices, aprovechando los medios de desplazamiento colectivos.
A ver si el próximo curso podemos coincidir en alguna, ya que compartimos aficiones varias.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Pd. ¡Qué bien se portó ese roquero! ¡Preciosa serie le hiciste!
Gracias. La verdad es que cuando llegué a León pensé que no sería más que páramo, pero la verdad es que su montaña es buenísima y muy accesible.
EliminarA ver si como dices algún día podemos hacer juntos alguna incursión por la montaña, ya sea la leones o la palentina.
El roquero del Polvoreda sí que se portó, desde luego mucho mejor que el resto de los que he visto este año.
Saludos
Menudas pateadas te metiste, esas montañas son un buen filón para aprovechar.
ResponderEliminarAsí que de aquí has sacado la foto de portada, pillín.
¡Saludos!
Y es una pena que los buses y los trenes no lleguen a las zonas de montaña realmente buenas, porque lo que hay en esta provincia es espectacular.
EliminarSaludos