Como ya dije al final de la entrada dedicada al leonés Parque de la Candamia, cruzando el puente que conecta dicho parque con la otra orilla del río Torío nos topamos de bruces con el Cantil de la Candamia.
Cantil de la Candamia
Antes de acceder al puente nos encontramos un cartel en el que se muestran algunos de los protagonistas de este pequeño enclave.
Uno de ellos es el cernícalo, concretamente una pareja que ha encontrado en el cantil un lugar idóneo para criar.
Cernícalo vulgar
Cópula de cernícalos vulgares
Urraca y cernícalo vulgar
Cernícalos vulgares
Mucho más tímido, el mochuelo es otro de los habitantes del cortado arcilloso, y la pareja que cría aquí se dejó ver a plena luz del día durante el invierno.
Mochuelos europeos
Colirrojos y otros pajarillos también se han hecho un lugar en el vecindario...
Colirrojo tizón
Entre estos pequeños paseriformes destacan los páridos, que aprovechan los agujeros excavados por otras aves convirtiéndolos en sus propios nidos.
En compañía de Jon encontré uno de estos huecos siendo inspeccionado por una pareja de herrerillos comunes, y pensábamos que les veríamos criar ahí...
Herrerillo común
...pero cuando volví un mes más tarde cuál fue mi sorpresa cuando comprobé que no eran los herrerillos los que estaban haciendo uso del nido, sino sus dueños legítimos: ¡¡MARTINES PESCADORES!! Me quedé bastante sorprendido, pues la orilla del río les queda a varios metros de distancia...
No pude sacarles ninguna foto porque entraban y salían del nido demasiado rápido, de modo que grabé un breve vídeo en el que se ve fugazmente a uno de ellos saliendo del agujero a toda velocidad.
Martín pescador, saliendo del nido
Si hay que hablar de una de las estrellas del cantil, ésta es sin duda el abejaruco. En este lugar son muy tímidos, y sacar estas dos fotos me costó lo suyo...
Abejarucos europeos
Como córvidos no solo están las urracas que incordian a los cernícalos. Más abundantes aquí que éstas, encontramos a las gregarias grajillas.
Grajillas
De vez en cuando también se deja ver alguna que otra perdiz por la parte alta...
Perdiz roja
En las paredes también crían los aviones zapadores, pero no me ha sido posible conseguir sacarles fotos. Los que en cambio sí se han dejado sacar muy bien son quienes les roban los nidos: los simpáticos gorriones chillones.
Una buena diversidad te ha salido! :) Es un lugar que frecuento (cuando puedo), y lo que mas me ha sorprendido, sin duda, lo del martin pescador!! Siempre sospeché del tramo, pero lo imaginaba un pelín más al norte. :)
ResponderEliminarYo también me quedé sorprendido al encontrarlo ahí, tan alejado del agua, pero sabía que el tramo de río tenía que ser ese porque les veía todos los días moviéndose por allí...
EliminarSaludos
Precioso lugar!
ResponderEliminarEse niudo de MARTIN ES A CUANTO ESTABA DEL AGUA?
SALUDOS CAMPEROS.
Pues si miras la última foto, el nido está por la pared del cantil y la orilla del río empieza donde se ven esos árboles a la derecha.
EliminarSaludos
Por fin vemos los mochus del cantil. Tú como siempre tirando la piedrecita de la expectación con la siguiente entrada ;)
ResponderEliminar¡Saludos!
Me lo dices comi si tú no tirases nunca piedrecitas de esas, jajajaja
EliminarSaludos