El día siguiente al de las Arribes nos pateamos la ribera del Tormes.
Aquí había unas buenas colonias de cormoranes, cigüeñas y ardeidas.
Colonia de cormoranes grandes
Garza real
Entre el nido de una cigüeña, además de gorriones comunes, también crían un par de parejas de gorrión moruno, y antes de proseguir el camino estuvimos deleitándonos un buen rato con uno de los preciosos machos.
Gorrión moruno
Por la zona también se movían sus parientes los gorriones chillones.
Gorrión chillón
Y en el cableado del río descansaban cantidad de aviones zapadores.
Aviones zapadores
Seguimos caminando hasta que nos topamos con un viejo molino en ruinas.
Las escaleras estaban completamente cubiertas por excrementos de murciélagos.
Y al mirar hacia arriba nos encontramos con una buena colonia de murciélagos grandes de herradura, muchas de las hembras con crías.
Murciélagos grandes de herradura
Este jovenzuelo tuvo el detalle de ponerse de lado para verle el perfil de la nariz y poder confirmar la especie, aunque ya estaba bastante claro.
Murciélago grande de herradura
Finalmente llegamos a Ledesma. Una gran variedad de aves se movían por la zona, pero la mejor de todas ellas fue un avetorillo que salió volando de la vegetación palustre. La pena es que se quedó sin foto...
Andarríos grande
Carricero común
Milano negro
Escribano soteño
Verdecillo
En el pueblo nos enseñaron un murciélago que habían encontrado muerto en un garaje, que resultó ser un murciélago pequeño de herradura.
Murciélago pequeño de herradura
Esa misma tarde fuimos a la Armuña para ver las avutardas.
Hasta que las encontramos observamos otras aves típicas de estos entornos.
Cigüeña blanca (joven)
Cuervo
Alondra común (joven)
Cogujada común (joven)
Collalbas grises
Tórtolas europeas
Lavandera boyera (joven)
Aguilucho cenizo
Perdiz roja con sus perdigones
Finalmente las encontramos, aunque se las veía bastante mal escondidas entre los girasoles. Otras por su parte pasaron volando por la zona.
Avutardas
El día siguiente estuvo completamente dedicado a buscar galápagos europeos en un complejo de pozas cerca de Ledesma.
No tardaron en dejarse ver aves típicas del encinar, tales como los alcaudones comunes y las cogujadas montesinas.
Alcaudón común con alacrán cebollero
Volantón de alcaudón común
Cogujada montesina
Prontamente comenzamos a localizar los ansiados galápagos, soleándose en las orillas hasta que nos detectaban y se tiraban al agua. Al final de la jornada vimos alrededor de unos 20 ejemplares.
Galápagos europeos
Cogimos uno en una poza prácticamente seca, lo que nos permitió observarlo con mayor detalle. Como cabría esperar lo liberamos posteriormente.
Galápago europeo
Allí mismo también nos cruzamos con dos gigantescos sapos.
Sapos comunes
Los alcaudones comunes siguieron presentes durante toda la mañana.
Alcaudones comunes
Y las ranas comunes no fueron menos.
Rana común
Los días siguientes continuamos disfrutando de nuevas e interesantes especies, pero para no alargar más esta entrada os lo mostraré más adelante...
Menudo atracón, qué maravilla.
ResponderEliminar¡Atracón es la palabra exacta! aún lo estoy digiriendo, jeje.
EliminarSaludos
Otro festival de bicherío, qué gustazo. Y bien acertado poner a los galápagos en el título, los visteis muy muy bien y en cantidad, así da gusto.
ResponderEliminar¡Saludos!
Siempre es un lujo ver así a una especie amenazada como el galápago europeo. Son unos bichos de lo más curioso y especial.
EliminarSaludos
Je je je je.... esta mañana me ha tocado a mi pajarear con Miguel por la zona de Ledesma. Me habia prometido las currucas mirlonas y cumplio.
ResponderEliminarEs que tiene controladísima la zona. Conmigo también cumplió con creces, es un gustazo salir de pajareo con él.
EliminarSaludos
Wonderful photos, natura is beautiful:) Greetings
ResponderEliminarThank you!
EliminarSaludos