Los halcones peregrinos que desde hace años criaban en mi barrio se han convertido hasta la fecha en los grandes protagonistas de este blog.
Sin embargo habréis notado que no publiqué nada a carca de cómo les había ido la crianza la pasada temporada, y me temo que eso es algo que ya (desgraciadamente) no va a poder volverse a repetir. Explico por qué:
Esta pareja ha estado trayendo al mundo nuevas generaciones de peregrinos en la jardinera de un piso sin habitar. La temporada pasada, al estar yo en León, mi padre se ocupó de seguir sus evoluciones. Los polluelos aparentemente ya habían roto el cascarón cuando, para su sorpresa, las cortinas de la ventana se levantaron y aparecieron dos personas en el interior de la vivienda.
Pero la cosa no queda aquí, ya que uno de los sujetos abrió la ventana, agarró al único pollo presente en el nido y lo introdujo en una caja de cartón que tenía en la otra mano. Los padres lógicamente no se quedaron parados y lanzaron gritos y todo tipo de ataques sobre él, aunque no pudieron evitar el desenlace.
Quién tampoco se quedó parado fue mi padre, que rápidamente bajó a la calle al encuentro de quien llevaba el polluelo, aunque no dio con él.
Llegados a este punto acudió a denunciarlo, y al día siguiente le comunicaron que el hombre de la caja se trataba de un agente de montes, llamado para retirar el nido debido a que al nuevo inquilino del piso no le hacía gracia tener halcones en su balcón. Yo personalmente dudo muchísimo que esto sea ni de lejos legal, y menos viendo el tamaño del pollo, al cual sólo le quedarían un par de semanas para volar... [Fue llevado al Centro de la Naturaleza de Cabárceno, donde sin duda alguna habrá acabado siendo destinado para cetrería].
También me mosquea mucho que teniendo en cuenta el historial de esta pareja sólo hubiese un pollo, pero eso tal vez ya sea elucubrar demasiado...
Mi padre estuvo rápido y pudo grabar toda la secuencia mediante digiscoping.
En el vídeo (que os dejo a continuación) se aprecia a la perfección la valentía de estas rapaces cuando se trata de defender a su progenie, obligando al encargado a estar muy vigilante e incluso a protegerse con la caja de cartón. Recomiendo verlo con el volumen puesto.
En el vídeo (que os dejo a continuación) se aprecia a la perfección la valentía de estas rapaces cuando se trata de defender a su progenie, obligando al encargado a estar muy vigilante e incluso a protegerse con la caja de cartón. Recomiendo verlo con el volumen puesto.
Según contaba mi padre la pareja de peregrinos continuó varios días por la zona, gritanto casi de forma continuada, imagino que esperando respuesta...
Además el propietario de la vivienda ya se ha encargado de que no vuelvan a ocupar su jardinera, de modo que poder disfrutar de estas maravillas de la naturaleza simplemente con asomarme a la calle es un privilegio que se ha terminado definitivamente, pero del cual he disfrutado y aprendido mucho.
En fin, fue bonito mientras duró...
Vaya, ¡Qué pena!
ResponderEliminarPues si, pero bueno, que ocupasen el piso era cuestión de tiempo...
EliminarSaludos
Contra la sinrazón, la mala gestión y las malas maneras de proceder, una vez hecho el daño, ya poco se puede hacer. Pero hay una cosa muy clara, que esa pareja de halcones tiene el territorio asentado en ese barrio, y esta primavera va a volver a criar, y seguramente lo va a hacer en una repisa apropiada, muy cerca de donde se la ha desnidado. Ya nos contarás. Un saludo.
ResponderEliminarHabrá que estar atentos, por lo menos para ver si se puede hacer algo por ellos...
EliminarSaludos
Un buen momento para ofrecerles una caja nido adecuada....
ResponderEliminarSaludos!
Pues la verdad, lo he pensado...
EliminarQué pena!!
ResponderEliminarPues si macho...
EliminarUna pena, ya podían venirse a la ventana de mi habitación
ResponderEliminarViviendo también en Santander no lo descartes del todo...
EliminarSaludos