Como en noviembre se nos frustró el celo del rebeco, mis amigos Jesús Gómez, Santiago Martín y un servidor aprovechamos los primeros días de desconfinamiento municipal para subir a Picos de Europa. Así, al menos, nos quitamos la espinita disfrutando de estos bellezones sobre la nieve.
No vimos mucho pájaro más allá de algún gorrión alpino y chova piquigualda, pero sin embargo nuestros objetivos principales (los rebecos) se portaron de maravilla. De lo poco positivo que tiene esta maldita situación que nos está tocando vivir es poder visitar sitios como éste sin cruzarte con un solo ser humano en todo el día, disfrutando de su esencia más salvaje, inalterada por los habituales domingeros.
Las imágenes valen más que mil palabras, de modo que por hoy no voy a escribir nada más. Os dejo a continuación la sesión que les hicimos.
Y hasta aquí por hoy...
¡Espero que os haya gustado!
Preciosos esos rebecos con ese plus de ambiente invernal tas la nevada
ResponderEliminarAsí es, muchas gracias Julio.
EliminarUn saludo