ÚLTIMAS NOVEDADES EN CANTABRIA: 1 ejemplar de Avetoro común (Botaurus stellaris) en las marismas de Alday (Juan Pardo, 28/12/2022). 1 ejemplar de Colimbo ártico (Gavia arctica) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). 1 ejemplar de Ánsar piquicorto (Anser brachyrhynchus) en la ría de La Rabia (Máximo Sánchez, 01/01/2023). 4 ejemplares de Negrón especulado (Melanitta fusca) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). 7 ejemplares de Serreta mediana (Mergus serrator) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). PARA MÁS ACTUALIDAD VISITAR LA WEB: http://aves.eldelweb.com/Cantabria/noticias

domingo, 26 de mayo de 2019

Pajareo marroquí (III/IV): Tagdilt Track y P.N. del Souss-Massa

Amanecía en Boumalne Dades y el ya familiar canto de los escribanos saharianos animaba a asomarnos a la azotea del hotel. El vuelo rasante de un halcón tagarote sobre los edificios rápidamente nos puso a tono, animándonos a desayunar para comenzar cuanto antes con el pajareo.

Escribano sahariano (Emberiza sahari), macho

Boumalne Dades

La carretera que conecta Boumalne Dades con Tagdilt (el Tagdilt Track) atraviesa una zona que bien podría definible como un paraíso para las aves esteparias, y más concretamente para los aláudidos. En tan sólo una primera parada aleatoria ya nos anotamos varias especies nuevas para el viaje, entre ellas una solitaria calandria picogorda y varias collalbas culirrojas.

New Tagdilt Track


Calandria picogorda (Ramphocoris clotbey), macho

Collalba culirroja (Oenanthe moesta), macho

Collalba culirroja (Oenanthe moesta), hembra

No tardamos en abandonar la carretera principal para utilizar las pistas antiguas (el Old Tagdilt Track), mucho más tranquilas, salvajes y gratificantes. La mayoría de los aláudidos (alondras ibis, terreras colinegras, etc) ya tenían pollos o bien se encontraban incubando, al igual que los corredores saharianos, mientras que las collalbas desérticas aún se afanaban en construir el nido.

Old Tagdilt Track

Alondra ibis (Alaemon alaudipes)

Alondras ibis (Alaemon alaudipes), adulto con pollo volantón

Corredores saharianos (Cursorius cursor)

Collalba desértica (Oenanthe deserti), macho

Collalba desértica (Oenanthe deserti), hembra con material para el nido

Sin embargo, las alondras cornudas saharianas (una de las especies protagonistas) iban más desiguales... Algunas todavía en cortejo, otras ya con prole...

Alondras cornudas saharianas (Eremophila bilopha)​, macho cortejando a una hembra

Alondra cornuda sahariana (Eremophila bilopha)​, macho

Con un par de gangas ortegas y una ganga ibérica completamos el póker de gangas, tras lo cual nos dirigimos de vuelta a Boumalne, improvisando después una visita por la Garganta del Dadés. Salvo una pareja de herrerillos africanos y un chotacabras cuellirrojo no vimos gran cosa, de modo que tras tomarnos un té moruno en una terraza no tardamos en partir hacia Ouarzazate para pernoctar.

Garganta del Dadés

Herrerillo africano (Cyanistes teneriffae ultramarinus)

Al día siguiente nos esperaban muchas horas de carretera hasta el Parque Nacional del Souss-Massa, en la costa de Agadir, pero antes de ello realizamos un desvío obligatorio para visitar las cárcavas al sur de la localidad de Amerzgane. El objetivo aquí era de los más codiciados del país: la collalba magrebí.


Por breves segundos logramos dar con un macho a pocos metros, pero se esfumó misteriosamente, reapareciendo casi una hora después en una torre eléctrica.
Las distancias en esta ocasión eran enormes, y cuando quisimos acercarnos no tardó en volver a desaparecer (esta vez para no dejarse ver más). Al menos gracias al telescopio pudimos disfrutarla medianamente bien.


Collalba magrebí (Oenanthe halophila), macho

En esta escala también nos acompañaron las terreras saharianas, mucho más frecuentes en estos entornos pedregosos, además de camachuelos trompeteros, cogujadas montesinas y collalbas negras, desérticas y yebélicas. El plus lo puso un enorme lagarto de cola espinosa que no nos quitó ojo desde su atalaya.

Terrera sahariana (Ammomanes deserti)

Lagarto de cola espinosa (Uromastyx nigriventris)

Seis horas después llegamos al Souss-Massa. Este parque nacional es de lo mejor que tiene Marruecos tanto en biodiversidad como en nivel de protección, y sinceramente nos dio bastante pena que nuestra ajustadísima agenda no nos diese margen para disfrutarlo en su totalidad. El plan aquí era fundamentalmente sumarnos chagra del Senegal e ibis eremita, para lo cual fuimos a tiro seguro, concretamente a la desembocadura del río Massa en la localidad de Sidi R'bat. 

P.N. del Souss-Massa

Panel informativo del Ibis eremita, la especie clave del parque...

Antes de llegar al pueblo ya nos habíamos cruzado con aviones paludícolas, lavanderas blancas norteafricanas y alcaudones norteños de la subespecie costera (algeriensis). Una vez allí la cosa continuó bastante animada con urracas magrebíes, tórtolas senegalesas y demás clásicos bereberes.

Urraca magrebí (Pica mauritanica)

Colirrojo diademado (Phoenicurus moussieri)​, hembra con ceba

Escribano sahariano (Emberiza sahari), macho

La liebre magrebí y el mochuelo de la subespecie saharae fueron otras satisfactorias recompensas con las que ya no contábamos para nada...

Liebre magrebí (Lepus schlumbergeri)

Mochuelo común (Athene noctua saharae)

En la entrada del parque el guarda se ofreció a acompañarnos desinteresadamente, no sin antes recargar un bebedero al que de inmediato acudieron a beber bulbules, tórtolas europeas y multitud de pajarillos.

P.N. del Souss-Massa

Bulbul naranjero (Pycnonotus barbatus)

La chagra del Senegal no se hizo de rogar, emitiendo un melodioso reclamo desde el interior del matorral mientras velozmente se escabullía por tierra de un refugio a otro. Finalmente terminó perchándose al descubierto durante unos breves pero alucinantes segundos... A partir de entonces ya no la volvimos a ver.

Chagra del Senegal (Tchagra senegalus)

El sol poco a poco nos decía adiós, y entre alcaravanes y aves acuáticas fuimos rellenando los últimos momentos de la tarde.

Alcaraván común (Burhinus oedicnemus)

Fue entonces cuando el guarda señaló al cielo exclamando: "¡Bald ibis!". Al levantar la vista en efecto pudimos ver un bando de 5 ejemplares de ibis eremita recorriendo la línea de costa de regreso a su colonia de cría, una de las últimas del mundo y la única viable junto con la de Tamri (a pocos kilómetros de allí).
Con esta inolvidable y mágica escena regresamos satisfechos a Agadir.

Ibis eremitas (Geronticus eremita)

Anocheciendo en el P.N. del Souss-Massa

El día siguiente nos lo pasaríamos conduciendo hasta Marrakech, saliendo más tarde a disfrutar de la ciudad y su inigualable ambiente nocturno.

Plaza de Yamaa el Fna, Marrakech

Torre de la Kutubía, Marrakech

Y hasta aquí os cuento por hoy...
¡Espero que os haya gustado!



domingo, 12 de mayo de 2019

Pajareo marroquí (II/IV): jornada sahariana

La jornada anterior resultó muy intensa y cargada de emociones, de modo que el día 21 de abril nos lo tomamos de "descanso". Un descanso relativo, por supuesto, ya que sólo exploramos los alrededores de Rissani pero tampoco paramos quietos en ningún momento. Dedicamos un especial esfuerzo a la prinia desértica y al turdoide rojizo, aunque ninguno de ellos quiso aparecer (por el momento).


Sin mucho madrugar nos dirigimos a unos cortados ubicados al oeste de Rissani, un enclave fabuloso para disfrutar de los cuervos desertícolas, regalándonos también muy buenas observaciones de camachuelo trompetero, abejaruco persa y halcón borní. Otros sin embargo se resignaron a aparecer...

Camachuelos trompeteros (Bucanetes githagineus)

Cuervo desertícola (Corvus ruficollis)

Abejarucos persas (Merops persicus)

Halcón borní (Falco biarmicus)

El deleite con el halcón borní fue doble tras descubrir un nido con ni más ni menos que tres polluelos de pocos días, bien custodiados por su señora madre.

Halcón borní (Falco biarmicus), hembra en nido con tres polluelos

La mariposa tigre tal vez fuese lo mejor del viaje entomológicamente hablando.

Mariposa tigre (Danaus chrysippus)

La tarde la empleamos en exprimir al máximo otras zonas desérticas y de palmerales de las proximidades, anotándonos alzacolas rojizos, bulbules, más abejarucos persas y las tres especies de tórtolas como más destacado.

Alzacolas rojizos (Cercotrichas galactotes)

Collalba negra de Brehm (Oenanthe leucopyga)

El día siguiente estaba reservado a uno de los platos fuertes del viaje: Erg Chebbi, la única región de verdadero Sáhara del país. Ya habíamos quedado previamente con el Hotel-Kasbah Yasmina y su responsable en tours ornitológicos para guiarnos por el desierto, quien nos dijo de presentarnos allí a las 7:00am.
Fuimos muy puntuales, al igual que ellos, de modo que sin a penas poder disfrutar de cómo radiomarcaban zarceros bereberes en la estación de anillamiento del mismo hotel montamos en los vehículos 4x4 y nos pusimos en marcha.

Erg Chebbi

Los objetivos estaban claros. El primero de ellos fue el gorrión sahariano, disfrutando de dos parejas distintas con las primeras luces de la mañana, aunque en esta ocasión sólo los machos se dejaron fotografiar debidamente.

Gorrión sahariano (Passer simplex), macho

Mientras tanto nuestro guía Lahcen nos contaba cómo hace años esta especie llegó a criar en el propio Hotel Yasmina, pero con el tiempo la expansión del gorrión común en la zona lo recluyó a asentamientos remotos como éste.


Gorrión sahariano (Passer simplex), macho

En nuestro camino nos topamos con más cuervos desertícolas. Este pájaro no suele ser el favorito de los ornitólogos que visitan Marruecos, a pesar de que en mi opinión mola bastante... ¡Para gustos los colores!

Cuervo desertícola (Corvus ruficollis)

A medida que el sol se alzaba sobre el horizonte llegaba la hora punta en la que las gangas acuden a beber, de modo que Lahcen nos llevó hasta el diminuto y único charco de muchos kilómetros a la redonda donde tomamos posiciones.

Dunas de Erg Chebbi...

Se hicieron de rogar pero la espera bien mereció la pena, pues a cualquiera le abrumaría la imagen de más de 200 gangas moteadas y casi 30 gangas coronadas aterrizando delante de sus narices. Desde luego el agua obra milagros...

Gangas moteadas (Pterocles senegallus)

Gangas coronadas (Pterocles coronatus)

Tras la cita con las gangas ya pudimos tomarnos el recorrido con más libertad, retomándolo con la escasa pero agradecida curruca sahariana.

Curruca sahariana (Sylvia deserti)

El protagonismo de los reptiles también fue patente, destacando la lagartija de Merzouga, el agama de Böhme y un rastro de víbora de arena (Cerastes vipera) a la que a mi pesar no llegamos a encontrar.

Lagartija de Merzouga (Acanthodactylus dumerilii)

Agama de Böhme (Trapelus boehmei)

Rastro de una Víbora de arena (Cerastes vipera)

No podían faltar los aláudidos, siendo la alondra ibis su reina indiscutida. 

Alondra ibis (Alaemon alaudipes)

Gracias a Mubarak (un pastor local con el que contactó Lahcen) no tardamos en dar con una de las estrellas del viaje: el chotacabras egipcio.

Chotacabras egipcio (Caprimulgus aegyptius)

En teoría aquí terminaba nuestra exitosa aventura por Erg Chebbi, complementada por muchas otras interesantísimas especies...

Corredor sahariano (Cursorius cursor)

Terrera colinegra (Ammomanes cinctura)

Alcaudón norteño (Lanius excubitor elegans)

Sin embargo durante el camino de vuelta se me ocurrió hablar a nuestro guía a cerca del turdoide rojizo, una de las aves más complicadas de observar en Marruecos y que tras nuestro fracaso de los días previos ya no contaba con ver. Es así como Lahcen tomó un repentino cambio de dirección... ¡Esto aún no había acabado! Visitamos un oasis sin éxito, después un nido en un espino que resultó estar abandonado... y finalmente una plantación de melones protegida por una modesta fila de pequeños eucaliptos. ¡Aquí fue donde nos cubrimos de gloria!

Lugar donde vimos la pareja de Turdoides rojizos (Turdoides fulva)

Turdoides rojizos (Turdoides fulva)

Enormemente satisfechos y agradecidos nos pegamos una buena comilona en el propio Hotel-Kasbah Yasmina. Ya tras la sobremesa y la oportuna  foto de grupo nos acercamos a la laguna de Merzouga, rebosante de vida: más 3000 flamencos, tarros canelos, pagazas, chorlitejos patinegros y un sinfín de especies más.

Foto de grupo

Y ya sí que sí, pudimos por dar terminado el pajareo del día poniendo rumbo a Boumalne Dades, donde llegamos ya de noche. 

Erg Chebbi

Hasta aquí os cuento por hoy...
¡Gracias por visitar el blog!