ÚLTIMAS NOVEDADES EN CANTABRIA: 1 ejemplar de Avetoro común (Botaurus stellaris) en las marismas de Alday (Juan Pardo, 28/12/2022). 1 ejemplar de Colimbo ártico (Gavia arctica) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). 1 ejemplar de Ánsar piquicorto (Anser brachyrhynchus) en la ría de La Rabia (Máximo Sánchez, 01/01/2023). 4 ejemplares de Negrón especulado (Melanitta fusca) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). 7 ejemplares de Serreta mediana (Mergus serrator) en el estuario del Asón (Alejandro García, 26/12/2022). PARA MÁS ACTUALIDAD VISITAR LA WEB: http://aves.eldelweb.com/Cantabria/noticias

domingo, 19 de agosto de 2018

Los más inadvertidos de Aguilar

Retomo la actividad del blog con otra entrada de Aguilar de Campóo, pero en esta ocasión el protagonismo recaerá sobre un amplio y variado repertorio de animales que a penas se dejan ver en el transcurso de mis salidas bicheras por la zona.

Sesia apiformis

El primero de ellos es Sesia apiformis, un enorme y espectacular sésido del tamaño de un avispón. A pesar de su perfecto engaño nos encontramos frente a una mariposa nocturna de vuelo diurno, cuyas orugas son además xilófagas, lo que le hace aún más peculiar... Éstas atacan las raíces y la parte baja de los chopos, considerándose plaga de las plantaciones de dichos árboles, aunque lograr ver un adulto ya es otro cantar...

Sesia apiformis

Orificios de salida de las orugas de Sesia apiformis

Algo que caracteriza a este rocoso territorio del norte de Palencia es la enorme abundancia de plantas suculentas de la familia Crassulaceae, tales como Sedum o Sempervivum, que se incluyen entre las plantas nutricias de la emblemática Parnassius apollo. Obviamente hablamos de una mariposa alpina con más requerimientos ecológicos que el alimento durante su fase larvaria, pero hay ciertos puntos dentro del municipio de Aguilar donde éstos parecen darse permitiendo el establecimiento de estos majestuosos lepidópteros.

Sedum sp.

Apolo (Parnassius apollo)

Si antes hablaba de una mariposa que parecía una avispa ahora lo haré de una avispa que parece una hormiga: la hormiga de terciopelo.
Para quienes no la conozcan se trata de un insecto de lo más interesante y temible, pues las hembras de estas avispas carecen de alas (de ahí el nombre) y son muy famosas por poseer la picadura más dolorosa de todos los insectos de Europa, llegando al punto de serlo también de las más dolorosas del mundo (sólo por detrás de la mismísima hormiga bala y otras pocas especies). Para ello se vale de un aguijón tan largo como su propio abdomen que sólo muestra cuando va a darle uso, y del cual os muestro una foto conseguida en compañía de Carlos Rossi tras provocar a este ejemplar de la especie Ronisia barbarula.

Hormiga de terciopelo (Ronisia barbarula)

Detalle del peligroso aguijón de Ronisia barbarula

A pesar de que las currucas tomilleras, zarceras y carrasqueñas son muy frecuentes en todos mis paseos, la curruca rabilarga es una que a penas se prodiga. Un misterio que no logro comprender, ya que la zona aparentemente parece muy buena también para ella... Este ejemplar lo fotografié hace poco en la localidad de Corvio, hasta la fecha la única observación que tengo aquí.

Curruca rabilarga (Sylvia undata)

No hace demasiado que Juan Aguado me descubrió unas graveras en las que tras muchos años al fin pude encontrar renacuajos de sapo de espuelas, la única población de este anfibio que conozco en todo el norte de la provincia...


Renacuajos de Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)

Por supuesto no he perdido la oportunidad de visitar estas graveras durante la noche... Imposible resistirse con el eclipse de luna, los alcaravanes y los chotacabras cantando de fondo, y por supuesto todo el elenco de anfibios incluyendo metamórficos de sapo de espuelas, además de tritones jaspeados, ranas y otras tantas especies...

Eclipse de Luna

Metamórficos de Sapo de espuelas (Pelobates cultripes) y de Tritón jaspeado (Triturus marmoratus)

Larva de Tritón jaspeado (Triturus marmoratus)

Tritón jaspeado (Triturus marmoratus), hembra

Ranas comunes (Pelophylax perezi)

Sapo común (Bufo spinosus)

Metamórficos de Sapo partero común (Alytes obstetricans)

La sanguijuela fue otro de los habitantes de la charca que también se unió a esta fiesta nocturna, de la misma forma que lo hicieron las arañas lobo.

Sanguijuela (Hirudo medicinalis)

Araña lobo (Hogna radiata)

Y por último uno de los tantos chotacabras europeos que encontré en una zona de rebollar y que a lo largo de varias noches me han regalado escenas dignas de quedar grabadas en la memoria. A éste sin embargo, más tranquilo, lo encontré en medio de una pista forestal.

Chotacabras europeo (Caprimulgus europaeus)​

Nada más que contar por hoy...
¡Espero que os haya gustado!


domingo, 5 de agosto de 2018

Seguimiento de una pareja de Mirlos capiblancos cantábricos

Las numerosas salidas de este verano por la Cordillera Cantábrica me han llevado a encontrar varios mirlos capiblancos reproductores, especie de la que se estiman poco más de un centenar de parejas en todo este gran sistema montañoso.
La inmensa mayoría de los datos reproductivos confirmados en la Cantábrica corresponden a observaciones de adultos con ceba o de pollos ya volados, siendo extremadamente complicado dar con un nido de estas aves, especialmente por su escasez y sus recónditos emplazamientos (escobas, brezos, repisas rocosas, etc).

Mirlo capiblanco (Turdus torquatus alpestris), macho con ceba

Sin embargo no hace mucho Juan Pardo, Gonzalo Pardo y un servidor logramos dar con una hembra incubando y desde entonces decidimos aprovechar la oportunidad para realizar un minucioso seguimiento de esta pareja hasta el final de su crianza.
El siguiente vídeo pertenece exactamente al día en que nacieron los polluelos. La hembra aún permanecía echada sobre ellos y de vez en cuando los alimentaba con gran delicadeza. Dada la naturaleza extremadamente desconfiada de estos pájaros nos mantuvimos siempre bien escondidos y a mucha distancia (40-50m).


Mirlo capiblanco (Turdus torquatus alpestris), hembra en el nido

A lo largo de los días los cuatro pollos (el número habitual) fueron creciendo y solicitando cada vez más alimento, lombrices en su gran mayoría.
He preparado un pequeño recopilatorio con varias cebas llevadas a cabo tanto por la hembra como por el macho. Ha perdido algo de calidad al realizar el montaje, de modo que si lo visualizáis a máxima definición (1080p) mucho mejor.

Mirlos capiblancos (Turdus torquatus alpestris), cebando a los pollos

Finalmente, justo 14 días después de la eclosión de los huevos que tuvo lugar a principios de julio, los pequeños volantones dieron el salto y abandonaron el nido.
Entonces dar con ellos pasó a convertirse en toda una odisea, aunque dio pié para observar conductas muy interesantes como las que desarrollaré a continuación.

Mirlo capiblanco (Turdus torquatus alpestris), pollo volantón

En primer lugar el reparto del trabajo, ya que los dos volantones que conseguí localizar fueron cebados en todo momento por el macho, mientras que en la lejanía podía distinguirse a la hembra ocupada con los otros dos. Éstos permanecían ocultos en el margen de un parche de matorral mientras el padre realizaba incursiones a un prado encharcado en busca de presas, algunas tan curiosas como una enorme libélula de la especie Cordulegaster boltonii e incluso una lagartija de turbera, aunque lo habitual eran lombrices y saltamontes...
De todas formas el ataque combinado de macho y hembra contra un cernícalo que sobrevolaba la zona fue con diferencia lo más espectacular.

Mirlo capiblanco (Turdus torquatus alpestris), macho adulto

Estos dos últimos vídeos con los que remataré la entrada muestran simplemente las primeras aventuras del más pedigüeño de los jovenzuelos fuera de la seguridad del matorral, persiguiendo a su progenitor mientras éste se dedicaba en cuerpo y alma a capturar insectos con los que intentar satisfacerle.

Mirlo capiblanco (Turdus torquatus alpestris), cebando a un volantón

Y hasta aquí todo lo que había que contar...
¡Gracias por seguir el blog!


jueves, 2 de agosto de 2018

Pajareo alpino en Fuente Dé

Ya de vuelta en Cantabria (aún en compañía de Nayib y Javier) madrugamos para estar a primera hora en Fuente Dé y así montar en el teleférico que nos introduciría en pleno Macizo Oriental de los Picos de Europa.


Comenzamos a inspeccionar los canchales y los prados alpinos más próximos a la estación superior, lo que además de chovas piquigualdas nos brindó las primeras y poco satisfactorias observaciones de gorrión alpino y treparriscos.

Collalba gris (Oenanthe oenanthe), macho

Chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus)


Llegando a La Vueltona hicimos una parada para comer unos frutos secos. Fue entonces cuando entró en escena un joven quebrantahuesos sobrevolando Peña Olvidada. Además estaba marcado con un panel amarillo en cada ala, por lo que sabemos que se trata de "Centenaria", una hembra de dos años de edad. Esperemos que aguante por aquí y en el futuro nos deje descendencia para Cantabria... aunque no sea un sentimiento compartido por las chovas de la zona, que le acosaron en todo momento.

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), inmaduro

Tras observar un joven acentor alpino en La Vueltona nos desviamos hacia la izquierda y tomamos rumbo dirección a Cabaña Verónica.
Fue en este recorrido donde aprovechamos para comer el bocadillo, y mientras tanto las chovas piquigualdas no perdieron la oportunidad de acercarse para mendigarnos o robarnos algo de comida que llevarse al pico... aunque un poco les acabamos regalando nosotros, no sin unas fotos a cambio.


Chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus)

Como era de esperar los treparriscos fueron los que más juego dieron. Encontramos varios ejemplares a lo largo del día, capturando insectos y arañas entre los grandes bloques calizos de los canchales y en las grietas de los impresionantes paredones de la zona.

Treparriscos (Tichodroma muraria)


Treparriscos (Tichodroma muraria), VÍDEO

Ésta gran polilla, Noctua pronuba, bien podría ser una de sus presas habituales...

Noctua pronuba

El día cambió y empezó a echarse la niebla, de modo que no nos quedó más remedio que emprender el camino de vuelta. Ello no implicó que estuviese menos entretenido que la ida, ya que nos topamos con un grupo familiar de gorriones alpinos que disfrutamos a placer.


Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), hembra

Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), macho

Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), hembra

Gorriones alpinos (Montifringilla nivalis), pollos volantones

Gorriones alpinos (Montifringilla nivalis), hembra cebando a un volantón

Gorriones alpinos (Montifringilla nivalis), macho y pollo volantón

Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), macho

La niebla nos acabó alcanzando, pero una vez encaminados en el sendero principal no había mayor problema. Ya de regreso en la estación, justo antes de montar en el teleférico, un acentor alpino apareció para decirnos adiós. 


Acentor alpino (Prunella collaris)

Y así es como descendimos de nuevo a "tierras bajas", satisfechos y con muy buen sabor de boca. ¡Sólo nos faltaron unos rebecos para rematar!


Nada más que contar por hoy...
¡Espero que os haya gustado!