Amanecía en Boumalne Dades y el ya familiar canto de los escribanos saharianos animaba a asomarnos a la azotea del hotel. El vuelo rasante de un halcón tagarote sobre los edificios rápidamente nos puso a tono, animándonos a desayunar para comenzar cuanto antes con el pajareo.
Escribano sahariano (Emberiza sahari), macho
Boumalne Dades
La carretera que conecta Boumalne Dades con Tagdilt (el Tagdilt Track) atraviesa una zona que bien podría definible como un paraíso para las aves esteparias, y más concretamente para los aláudidos. En tan sólo una primera parada aleatoria ya nos anotamos varias especies nuevas para el viaje, entre ellas una solitaria calandria picogorda y varias collalbas culirrojas.
New Tagdilt Track
Calandria picogorda (Ramphocoris clotbey), macho
Collalba culirroja (Oenanthe moesta), macho
Collalba culirroja (Oenanthe moesta), hembra
No tardamos en abandonar la carretera principal para utilizar las pistas antiguas (el Old Tagdilt Track), mucho más tranquilas, salvajes y gratificantes. La mayoría de los aláudidos (alondras ibis, terreras colinegras, etc) ya tenían pollos o bien se encontraban incubando, al igual que los corredores saharianos, mientras que las collalbas desérticas aún se afanaban en construir el nido.
Old Tagdilt Track
Alondra ibis (Alaemon alaudipes)
Alondras ibis (Alaemon alaudipes), adulto con pollo volantón
Corredores saharianos (Cursorius cursor)
Collalba desértica (Oenanthe deserti), macho
Collalba desértica (Oenanthe deserti), hembra con material para el nido
Sin embargo, las alondras cornudas saharianas (una de las especies protagonistas) iban más desiguales... Algunas todavía en cortejo, otras ya con prole...
Alondras cornudas saharianas (Eremophila bilopha), macho cortejando a una hembra
Alondra cornuda sahariana (Eremophila bilopha), macho
Con un par de gangas ortegas y una ganga ibérica completamos el póker de gangas, tras lo cual nos dirigimos de vuelta a Boumalne, improvisando después una visita por la Garganta del Dadés. Salvo una pareja de herrerillos africanos y un chotacabras cuellirrojo no vimos gran cosa, de modo que tras tomarnos un té moruno en una terraza no tardamos en partir hacia Ouarzazate para pernoctar.
Garganta del Dadés
Herrerillo africano (Cyanistes teneriffae ultramarinus)
Al día siguiente nos esperaban muchas horas de carretera hasta el Parque Nacional del Souss-Massa, en la costa de Agadir, pero antes de ello realizamos un desvío obligatorio para visitar las cárcavas al sur de la localidad de Amerzgane. El objetivo aquí era de los más codiciados del país: la collalba magrebí.
Por breves segundos logramos dar con un macho a pocos metros, pero se esfumó misteriosamente, reapareciendo casi una hora después en una torre eléctrica.
Las distancias en esta ocasión eran enormes, y cuando quisimos acercarnos no tardó en volver a desaparecer (esta vez para no dejarse ver más). Al menos gracias al telescopio pudimos disfrutarla medianamente bien.
Collalba magrebí (Oenanthe halophila), macho
En esta escala también nos acompañaron las terreras saharianas, mucho más frecuentes en estos entornos pedregosos, además de camachuelos trompeteros, cogujadas montesinas y collalbas negras, desérticas y yebélicas. El plus lo puso un enorme lagarto de cola espinosa que no nos quitó ojo desde su atalaya.
Terrera sahariana (Ammomanes deserti)
Lagarto de cola espinosa (Uromastyx nigriventris)
Seis horas después llegamos al Souss-Massa. Este parque nacional es de lo mejor que tiene Marruecos tanto en biodiversidad como en nivel de protección, y sinceramente nos dio bastante pena que nuestra ajustadísima agenda no nos diese margen para disfrutarlo en su totalidad. El plan aquí era fundamentalmente sumarnos chagra del Senegal e ibis eremita, para lo cual fuimos a tiro seguro, concretamente a la desembocadura del río Massa en la localidad de Sidi R'bat.
P.N. del Souss-Massa
Panel informativo del Ibis eremita, la especie clave del parque...
Antes de llegar al pueblo ya nos habíamos cruzado con aviones paludícolas, lavanderas blancas norteafricanas y alcaudones norteños de la subespecie costera (algeriensis). Una vez allí la cosa continuó bastante animada con urracas magrebíes, tórtolas senegalesas y demás clásicos bereberes.
Urraca magrebí (Pica mauritanica)
Colirrojo diademado (Phoenicurus moussieri), hembra con ceba
Escribano sahariano (Emberiza sahari), macho
La liebre magrebí y el mochuelo de la subespecie saharae fueron otras satisfactorias recompensas con las que ya no contábamos para nada...
Liebre magrebí (Lepus schlumbergeri)
Mochuelo común (Athene noctua saharae)
En la entrada del parque el guarda se ofreció a acompañarnos desinteresadamente, no sin antes recargar un bebedero al que de inmediato acudieron a beber bulbules, tórtolas europeas y multitud de pajarillos.
P.N. del Souss-Massa
Bulbul naranjero (Pycnonotus barbatus)
La chagra del Senegal no se hizo de rogar, emitiendo un melodioso reclamo desde el interior del matorral mientras velozmente se escabullía por tierra de un refugio a otro. Finalmente terminó perchándose al descubierto durante unos breves pero alucinantes segundos... A partir de entonces ya no la volvimos a ver.
Chagra del Senegal (Tchagra senegalus)
El sol poco a poco nos decía adiós, y entre alcaravanes y aves acuáticas fuimos rellenando los últimos momentos de la tarde.
Alcaraván común (Burhinus oedicnemus)
Fue entonces cuando el guarda señaló al cielo exclamando: "¡Bald ibis!". Al levantar la vista en efecto pudimos ver un bando de 5 ejemplares de ibis eremita recorriendo la línea de costa de regreso a su colonia de cría, una de las últimas del mundo y la única viable junto con la de Tamri (a pocos kilómetros de allí).
Con esta inolvidable y mágica escena regresamos satisfechos a Agadir.
Ibis eremitas (Geronticus eremita)
Anocheciendo en el P.N. del Souss-Massa
El día siguiente nos lo pasaríamos conduciendo hasta Marrakech, saliendo más tarde a disfrutar de la ciudad y su inigualable ambiente nocturno.
Plaza de Yamaa el Fna, Marrakech
Torre de la Kutubía, Marrakech
Y hasta aquí os cuento por hoy...
¡Espero que os haya gustado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario