Cuando llueve se come mejor...

A pesar de que la lluvia y el mal tiempo no nos han dado tregua desde la pasada Semana Santa, los mirlos han sacado ya la primera pollada del año.

Mirlo común

Sus pedigüeños polluelos ya están bien creciditos y son capaces de volar y alimentarse por sí mismos, pero han decidido que por el momento seguirán viviendo a cuenta de sus padres, que es más cómodo.

Joven de mirlo común

Menos mal que con tanta lluvia los prados están llenos de lombrices, haciendo así más sencillo el arduo trabajo de papá mirlo de alimentar a su prole, tal y como podéis ver en el vídeo que pongo a continuación.

Mirlo común cebando a sus pequeños bajo la lluvia

Sin embargo, además de sacar las lombrices al descubierto, la lluvia también moja, y un plumaje mojado supone un lastre a la hora de volar. Éste es el caso tanto de las palomas domésticas como de las torcaces.

Paloma torcaz empapada esperando a que amaine la lluvia

Y los halcones peregrinos, dispuestos de un plumaje impermeable que les permite cazar en las condiciones más adversas, se aprovechan de la vulnerabilidad de las palomas en estos momentos.

En el siguiente vídeo, tras desplumar a su presa casi por completo, el macho de peregrino sale volando con ella entre las garras para llevársela a la hembra al nido y alimentar así a sus pequeñines.

Halcón peregrino desplumando una paloma

A pesar de que estas aves le han sacado partido a la lluvia, la mayoría tienen sus puestas pendientes de un hilo. Esperemos que esto pare lo antes posible...