Con los deshielos de enero vi clara la oportunidad que tendrían las ranas bermejas para desatar su celo, y decidí aprovecharla. No en vano, se trata de uno de los mayores y menos valorados espectáculos naturales de la Cantábrica.
Ranas bermejas (Rana temporaria), en amplexo
El sitio elegido fueron unas amplias turberas de media montaña que me recomendó mi padre, donde nada mas llegar encontré alrededor de un centenar de ejemplares metidos en el agua. La mayoría de ellos no parecían demasiado activos, siendo seguramente machos aguardando la llegada de las hembras a los charcos. Por ello, a pesar de la lluvia que se avecinaba, merecía mucho la pena esperar a que cayese la noche para disfrutarlas en todo su apogeo...
Ranas bermejas (Rana temporaria)
Por la descomunal cantidad de puestas en el agua, las "fiestas" nocturnas que debían tener lugar aquí pintaban muy impresionantes...
Concentración masiva de puestas de Rana bermeja (Rana temporaria)
Ranas bermejas (Rana temporaria)
Con las últimas luces del día, los encharcamientos principales (y los no tan principales) comenzaron a llenarse de cada vez más ranas. Además ya se veían bastantes amplexos, y se empezaban a escuchar los cantos "ronroneantes" de los machos, excitados por la arribada de las primeras hembras.
Ranas bermejas (Rana temporaria)
Una vez de noche los números se dispararon a unos niveles que no hubiese alcanzado a imaginar. No sé cuántas llegarían a congregarse en total, pero lo único seguro es que superaban ampliamente los 1000 ejemplares. A estas alturas ya estaban totalmente desatadas, y las que no se encontraban en plena faena o bien correteaban como pollo sin cabeza o bien se unían al escándalo sonoro general. Todo ello en medio de una creciente masa gelatinosa de huevos que rápidamente saturó el agua en la que este espectáculo estaba teniendo lugar.
Ranas bermejas (Rana temporaria)
Los amplexos se llevaban a cabo tanto dentro como fuera del agua, y en ocasiones eran varios machos diferentes los que sujetaban a una misma hembra. A este frenesí de hormonas hay que añadirle el atractivo de las diferentes coloraciones que adquieren durante el celo, desde uniformes a jaspeadas y desde grisáceas a pardas, alcanzando su máximo exponente con la tonalidad rojiza, o bermeja, por la cual esta rana recibe su bien merecido nombre.
Ranas bermejas (Rana temporaria), en amplexo
Me hubiese quedado toda la noche disfrutando de ellas, pero hoy en día el
toque de queda limita bastante la duración de las salidas nocturnas, de modo que estando muy satisfecho abandoné el lugar a una hora prudente.
Ranas bermejas (Rana temporaria)
Y hasta aquí por hoy...
¡Espero que os haya gustado!
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