Estas últimas semanas he aprovechado para acercarme de vez en cuando a Peñacastillo, esa "pequeña" mole que sobresale en plena ciudad de Santander. El aliciente principal han sido los halcones peregrinos, pues aunque contamos con otras parejas urbanas (incluida la de mi propio barrio) siempre me han parecido más bonitos los posaderos rocosos que las cornisas de los edificios.
Halcón peregrino (Falco peregrinus)
Parece que estos halcones se están tomando el celo con calma, mientras el resto sus congéneres santanderinos hace tiempo que están a tope. Aun así, disfrutar de los vuelos y griteríos de estas máquinas ya es recompensa suficiente.
Halcones peregrinos (Falco peregrinus)
Una de las dos únicas parejas de cuervo del municipio también cría en esta cantera, entrando a menudo en conflicto con sus supersónicos vecinos.
Halcón peregrino (Falco peregrinus) arremetiendo contra un Cuervo (Corvus corax)
Algo curioso que pude presenciar en compañía de mis amigos Isaac Villaverde y Antonio Sanz fue como uno de los halcones adultos le entregaba una paloma perfectamente pelada a un joven de la temporada pasada. En condiciones normales ya deberían haberlo expulsado llegadas estas fechas, pero tal y como mencioné antes, esta pareja parece estar retrasando su celo.
Halcón peregrino (Falco peregrinus), joven de la temporada pasada
Entre aviones roqueros, colirrojos tizones y demás pajarillos hay uno que destaca por encima del resto. Se trata de un joven macho de roquero solitario que ya lleva una temporada larga entre nosotros... Últimamente está muy cantarín, así que ya veremos si su camino se cruza con el de una hembra y nos dan una alegría.
Roquero solitario (Monticola solitarius)
A este ejemplar le suelen gustar los posaderos más altos, pero hace unos días tuve la suerte de poder disfrutarlo a nivel del suelo gracias a que descendió para capturar un abejorro, concretamente uno de la especie Bombus pascuorum.
Roquero solitario (Monticola solitarius) rematando al abejorro...
Roquero solitario (Monticola solitarius)
Un lujo de pájaro al que los cántabros no estamos demasiado acostumbrados...
Roquero solitario (Monticola solitarius)
Y hasta aquí por hoy...
¡Espero que os haya gustado!
Muy especial y bonito ese rincón que tiene como posadero el primer halcón y buenas escenas captadas.
ResponderEliminarEn Arija, después de pasar un invierno sin apenas ver pajarillos -asustada estaba- por fin me estoy desquitando, de repente han empezado a verse muchos.
¡Que sea una buena primavera!
La verdad es que sí Chelo, no me extrañaría nada si este año eligiesen como nido ese hueco...
EliminarUn saludo
que chulo el Roquero
ResponderEliminarMuy buenas capturas... Felicidades...
ResponderEliminarTodo un placer poder observar las evoluciones de esos halcones peregrinos y ojalá vuelvan a criar este año para que su población siga creciendo. Precioso ese roquero sobre todo en su posadero menos urbano. Saludos Alberto
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