A principios de mes vinieron a León de visita Manuel Estébanez y su mujer Marisa, con quienes disfruté de una buena jornada observando aves propias del sur de la provincia, tan atractivas para los cántabros como nosotros.
ZEPA de Valdería-Jamuz
Los pechiazules de esta zona son francamente especiales, ya que son los únicos de toda España que crían en encinares de tierras bajas en lugar de en los habituales matorrales de montaña, haciéndolo además en altas densidades...
Pechiazules (Luscinia svecica)
Junto con estos pechiazules conviven algunas de las pocas cogujadas montesinas que podemos encontrar en León.
Cogujada montesina (Galerida theklae)
Ambas especies son un gran incentivo para bajar hasta estas latitudes, pero el verdadero protagonista de esta comarca es el sisón, tal y como he mostrado en otras entradas. Su búsqueda se nos complicó, pero al menos los preciosos escribanos hortelanos amenizaron lo que comenzó como una mala mañana.
Escribanos hortelanos (Emberiza hortulana)
También estaban especialmente bonitos los bisbitas campestres.
Otras aves vistas fueron alcaravanes, elanios, collalbas grises y abejarucos, entre otras muchas especies tanto fotografiadas como no fotografiadas.
Bisbita campestre (Anthus campestris)
Collalba gris (Oenanthe oenanthe)
Triguero (Miliaria calandra)
Alcaudón común (Lanius senator)
Mochuelo europeo (Athene noctua)
Abejarucos europeos (Merops apiaster)
En cuanto a aguiluchos cenizos sólo nos topamos con un ejemplar en todo el día, algo particularmente raro teniendo en cuenta dónde nos encontramos...
Aguilucho cenizo (Circus pygargus), macho
Aunque para raro (y de narices) lo de los sisones...
Si hay algo de lo que puede presumir la ZEPA es de la calidad y cercanía de las observaciones de esta especie, pero en esta ocasión sólo tuvimos dos avistamientos francamente mediocres tras un día de búsqueda intensiva.
¿Consecuencia de esta sequía o tal vez un reflejo de su inevitable declive?
Seguramente se trate de lo primero acompañado por un cambio de leks, ya que oírles se les oía bastante, pero ello no es excusa para bajar la guardia.
Las siguientes imágenes con las que ilustro la entrada no son para nada de este año, sino de la tempordada pasada, también en este enclave y pertenecientes a una jornada similar vivida junto con Javier Aizcorbe.
Sisones comunes (Tetrax tetrax), machos
Después de ésto regresamos a León, no sin antes hacer una parada para visitar la espectacular colonia de grajas de Villadangos del Páramo, y una vez en la capital le dedicamos un par de horas muy productivas a los martinetes urbanos.
Y nada más que contar...
¡Espero que os haya gustado!
Recuerdo ver esto en alguna publicación de hace tiempo. Ya por ver pechiazules en una zona así llama la atención, pero es que el repertorio es la bomba.
ResponderEliminar¡Saludos!
Ciertamente, la bomba. No es para ir todos los días porque pilla lejos pero una visita al año no me la quita nadie jeje.
EliminarSaludos
Como dice Carlos vaya bomba de repertorio, además grajas y martinetes, os tuvisteis que ir para casa más contentos que unas castañuelas. Preciosas las fotos Alberto, un abrazo desde Castro.
ResponderEliminar¡Y tan contentos! No en vano se trata de mi zona no-montañosa favorita de la provincia.
EliminarSaludos