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domingo, 6 de noviembre de 2016

Ascensiones pirenaicas (1/3): Monte Perdido (3355 msnm)

A principios de agosto me embarqué junto con tres amigos en un viaje de una semana por el Pirineo aragonés. El plan era 100% montañero, aunque no quitaba que pudiese complementarse con la búsqueda de fauna típicamente pirenaica.
Los primeros dos días los dedicamos a la ascensión del mítico Monte Perdido, que con sus 3355 metros de altitud supone la 3ª mayor cumbre de los Pirineos.


Comenzamos la ascensión a media tarde, saliendo desde Torla dirección Góriz, teniendo que atravesar para ello todo el Valle de Ordesa.


Valle de Ordesa

Lirio azul (Iris latifolia)

Multitud de aves de montaña se movían por la pradera, incluidas las chovas piquigualdas, que como en otros sitios le sacan buen partido a los turistas.
Llegamos entonces a la famosa cascada Cola de Caballo, a cuyo abrigo se mantenían aún frescas orquídeas como Dactylorhyza magalis y distintas especies de grasillas, entre ellas Pinguicula longifolia (endémica del Pirineo central).



Chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus)

Cola de Caballo

Grasilla pirenaica (Pinguicula longifolia)

Dactylorhyza magalis

Hasta aquí todo muy fácil, pero ahora tocaba empezar a sufrir un poco, pues para llegar hasta Góriz (donde acamparíamos para pasar la noche) es necesario remontar la pared del cañón hasta la parte alta, superando un desnivel muy alto en una distancia muy corta.
Una vez arriba nos esperaba un terreno relativamente llano.

Cola de Caballo


Valle de Ordesa


En el fondo del valle llegamos a ver fugazmente alguna que otra marmota, pero no fue hasta ahora cuando las vimos en números verdaderamente altos.



Marmotas alpinas (Marmota marmota)

Marmota alpina (Marmota marmota), VÍDEO

Ya en el Refugio de Góriz desplegamos la tienda y acampamos en sus inmediaciones. La cena aquel día nos supo a gloria, y poco después nos metimos a dormir. El día que nos esperaba iba a ser duro...

La Luna asomando entre las montañas...

Nos levantamos a las 6:00am para desayunar en el refugio, y a penas acababa de amanecer cuando ya estábamos de nuevo en marcha.

Refugio de Góriz

Al poco de dejar atrás Góriz nos topamos de bruces con un rebeco pirenaico, más popularmente conocidos en la zona como sarrios.



Sarrio (Rupicapra pyrenaica pyrenaica)

También encontramos un pequeño ejemplar de Edelweiss, principal objetivo botánico del viaje y símbolo de los Pirineos.
Días después veríamos ejemplares más decentes.

Edelweiss (Leontopodium alpinum)

La subida es larga, tediosa y técnica, alcanzando su clímax en el tramo final: La Escupidera, que a más de uno podría intimidar y hacerle dar media vuelta.







La vista estuvo puesta en todo momento en el cielo, pues al fin de al cabo nos encontrábamos en una zona muy propicia para quebrantahuesos. Éstos parecían no dejarse ver, todo lo contrario al resto de carroñeras.
Tampoco faltó la observación de un mirlo capiblanco, como plus.

Alimoche (Neophron percnopterus)

Buitres leonados (Gyps fulvus)

Si la Escupidera es de por sí lo más duro de Monte Perdido, sus últimos metros lo son en especial. Sólo hay que ver la pendiente:


Pero con sudor y aliento todo se puede, y a primera hora de la tarde ya habíamos coronado la cumbre de Monte Perdido... ¡Nada mal!

En la cima del Monte Perdido (3355 msnm)

Tuvimos un día excepcionalmente bueno que nos permitió disfrutar de las vistas con todo detalle, destacando en el paisaje el Valle de Ordesa y el resto de cimas de los Pirineos, a demás de ibones, abundantes en ésta cordillera.
Entre las cimas destacar el Vignemale, cuya ascensión no pudimos llevar a cabo por un problema técnico, por lo que será nuestro objetivo nº1 el próximo verano.

Valle de Ordesa


Vignemale (3298 msnm)


Ibones (o lagunas glaciares)

Decidimos comer en la cima. Allí disfrutamos de acentores alpinos de diferentes edades y mariposas como la Blanquiverdosa alpina (Pontia callidice), especie que en la península sólo podemos encontrar en los puntos más altos del Pirineo. También se dejó ver un gorrión alpino brevemente.

Blanquiverdosas alpinas (Pontia callidice)

Acentor alpino (Prunella collaris), jóven

Acentor alpino (Prunella collaris), adulto

Acentor alpino (Prunella collaris), jóven

Una vez servidos tocaba bajar de nuevo hasta Torla. De nuevo en el Valle de Ordesa nos esperaban más marmotas y más especies ya vistas previamente.

Valle de Ordesa

Marmota alpina (Marmota marmota)

Pinzones vulgares (Fringilla coelebs)

Niñas coridón (Polyommatus coridon)

Nuestros ojos no dejaron de mirar al cielo durante el camino de vuelta, hasta que finalmente (poco antes de adentrarnos de nuevo en el bosque) logramos distinguir la silueta de un quebrantahuesos... ¡Al fin! 


Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

Nos despedimos del Valle de Ordesa, nos despedimos de su hayedo habitado por picamaderos negros y, después de cenar, nos despedimos también de Torla. Nos hubiese gustado quedarnos más, pero aún teníamos mucho Pirineo por patear.

Valle de Ordesa

Haya (Fagus sylvatica) taladrada por un Picamaderos negro (Dryocopus martius)

Torla

Espero que os haya gustado la entrada. En unos días publicaré la próxima, que tratará de una zona distinta pero igualmente espectacular.


12 comentarios:

  1. Preciosa zona, entrada y fotos. Algun dia subire.
    Un saludo

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    1. Pues sabiendo lo que te gusta la montaña... ¡Gozarás!
      Saludos

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  2. Yo subí allí en julio de 1984, con 14 años. Espero volver a hacerlo algún día.

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    1. ¡Ostrás, con 14 años! Ya te tenía que gustar jeje.
      Desde luego es un lugar para volver...
      Saludos

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  3. Preciosa entrada Alberto. Que suerte disfrutar de animales y plantas tan emblemáticos.
    Saludos

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    1. ¡Gracias Gonzalo! El repertorio de fauna y flora de esta entrada no es nada comparado con el de las próximas dos entradas.
      Saludos

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  4. Pirineos no defraudan nunca, fantástico reportaje Alberto. Me extraña que no sacases tritón pirenaico, algo nos ocultas, jejeje. Un fuerte abrazo.

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  5. Bien, empieza la saga pirenaica en el blog, y pisando fuerte :D

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    1. Monte Perdido desde luego es un buen comienzo jeje, no sólo para comenzar la serie de entradas, también para vivirlo.
      Saludos

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  6. Interesante entrada, la Cola de Caballo, el vídeo de las marmotas, impresionante el valle de Ordesa, los ibones, bueno... ¡menuda ruta!

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    1. Y menuda pateada también jaja.
      ¡Esos dos días me dejaron molido!
      Saludos

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