Siguen llegando cosillas por el arco norte de la bahía de Santander, y en esta ocasión las marismas de Alday son las que están teniendo mayor protagonismo.
Combatiente (Philomachus pugnax)
Durante varios días seguidos hemos contado con la presencia de 8 combatientes, todos machos, aunque aún no lucían sus extravagantes plumajes en todo su esplendor. Aún así, unos pájaros preciosos que ya apuntaban maneras...
Combatientes (Philomachus pugnax)
Por lo demás, una pareja de cigüeñuelas, una pareja de andarríos grandes y otra de chorlitejos chicos, además de un macho de cerceta carretona y otras especies por el estilo. Todas ellas compartiendo la lámina de agua con algunas de las últimas aves invernantes de la zona, como cucharas, cercetas comunes o los escribanos palustres. Un "popurrí multiestacional" muy disfrutable.
Cigüeñuela común (Himantopus himantopus)
Chorlitejo chico (Charadrius dubius)
Escribano palustre (Emberiza schoeniclus)
En la ría de Astillero pasa un poco lo mismo, con el último ejemplar no reproductor de águila pescadora (el invernante apodado "Ocre") resistiéndose a marchar, y los somormujos lavancos ya nupciales a punto de ello.
Gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus)
Águila pescadora (Pandion haliaetus)
Martín pescador (Alcedo atthis)
Somormujo lavanco (Podiceps cristatus)
En las Marismas Blancas los números de aves acuáticas ya han pegado un bajón importante, mientras que en las Marismas Negras las limícolas hace mucho que empezaron a cobrar fuerza, así como las espátulas.
Espátulas comunes (Platalea leucorodia)
Pero los más curiosos son sin duda los 5 moritos comunes, que se alimentan aquí de cangrejos a última hora de la tarde para después entrar al dormidero de garcillas bueyeras, rutina que llevan repitiendo todo el invierno.
Moritos comunes (Plegadis falcinellus)
Y para rematar, uno de los últimos colimbos grandes de la temporada en la bahía de Santander. Como no podía ser de otro modo, en la dársena de Raos.
Colimbo grande (Gavia immer)
Y hasta aquí por hoy...
¡Espero que os haya gustado!
Da gusto ver como rebosa de vida la bahía de Santander y el aspecto tan saludable de esos combatientes que en nada lucirán su espectacular plumaje nupcial, o la belleza de esos moritos alimentándose en la marisma. Saludos Alberto
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