El río Pisuerga acoge a una gran cantidad de diferentes tipos de plantas y animales. Seguramente esto es debido a que este río es prácticamente nulo en contaminación. En su paso por Aguilar se encuentra con la presa, dando así lugar al Embalse de Aguilar, construido con fines energéticos y de regadío.
Tarabilla común
Hay un camino que sale desde Aguilar y que acaba en la presa del embalse siguiendo la orilla del río. El paseo se lleva a cabo por una gran chopera que se acaba convirtiendo en pinar al llegar a la presa.
Esta es una zona buenísima para avistar oropéndolas, mirlos acuáticos y pico picapinos.
Nido de pico picapinos
La grava del río esta cubierta por el agua durante la mayor parte del recorrido, así que una piedra solitaria que asoma en la rompiente es un sitio estupendo que los mirlos acuáticos pueden utilizar como posadero entre zambullida y zambullida.
Mirlo acuático
Los pico picapinos son en general bastante agradecidos a la hora de dejarse ver y fotografiar. No así las oropéndolas, que aunque son muy abundantes en la chopera y no dejan de cantar, son increíblemente difíciles de ver. Al final me he atrevido a poner una foto testimonial de una hembra.
Pico picapinos
Oropéndola
Las currucas capirotadas son relativamente abundantes en la zona. Las he observado alimentarse de las bayas de una planta, de la cual me he documentado más tarde, llamada dulcamara, y resulta que sus frutos son bastante venenosos. Supongo que las currucas capirotadas son inmunes a sus toxinas.
Curruca capirotada
Dulcamara
Durante los meses de calor un bañito en el río sienta estupendamente, como ha podido comprobar este joven de petirrojo.
Petirrojo juvenil recién salido del baño
Petirrojo juvenil secándose al sol
Una vez que hemos llegado al embalse podemos ir a ver la cantera de donde se sacó la piedra para construir la presa, en donde se pueden ver alimoches, cernícalos y otras rapaces rupícolas, o podemos visitar la colonia de abejarucos que hay en uno de los taludes de tierra de la orilla del embalse.
Cernícalo vulgar
El Pisuerga continua su viaje hacia el sur pasando por Valoria de Aguilar. Aquí nos encontramos con una increíble garganta de origen kárstico: el Cañón de la Horadada, del cual ya he hecho alguna entrada en este blog.
En estos momentos, avanzado ya el verano, no hay gran cosa. La mejor época para visitar el Cañón de la Horadada es primavera; es entonces cuando podemos ver grupos de vencejos reales volando entre las cortaduras y grandes bandos de grajillas, ya que en las paredes de este cañón anida todos los años una enorme colonia de estos córvidos. Estos lugares también son aprovechados por chovas piquirrojas, aviones roqueros, halcones preregrinos y demás aves.
Aquí, tal y como especifiqué en otra entrada del blog, es fácil tener muy buenas observaciones de cucos. Además el bosque de rivera es alucinante, albergando incluso al raro y esquivo gato montés.
Endrinas
Los alrededores de este maravilloso enclave lo conforman campos de cultivo de cereales y de patatas. Las tarabillas son realmente comunes aquí, y parecen tener predilección por los aspersores a la hora de posarse.
Corneja negra
Tarabilla común
Esta primavera observé una hembra de aguilucho cenizo saliendo del cereal. El otro día ya estaba cosechado, pero en el suelo se encontraba posado este precioso juvenil:
Aguilucho cenizo juvenil
En Alar del Rey nace el Canal de Castilla a raíz del río Pisuerga, siendo este canal conocido en todo el país por ser utilizado por el carricerín cejudo durante el periodo migratorio.
Pero ya hablaré de esto en la próxima entrada...
Como te dije en la parte I, un placer de lugar , con fauna tan variada y distintos ecossitemas en tan poco espacio.....
ResponderEliminarBuen terreno para nutrirse de fotos y demas!
Saludos camperos.