Un año más volvemos con SEO-Cantabria a la zona de Aguilar de Campóo. Hacía bastante frío para estar a finales de junio, pero vimos bastantes cosillas a pesar de ello. Comenzamos la jornada en el Cañón de la Horadada.
Cañón de la Horadada
No tardaron en dejarse ver córvidos típicos de estos ambientes. Me refiero a las grajillas y a las chovas piquirrojas, con bastantes jóvenes reclamando alimento.
Chovas piquirrojas (adultos y jóvenes)
Grajilla
Multitud de pequeños pajarillos se movían por nuestro alrededor, pero tal vez los escribanos montesinos y soteños fuesen los más llamativos.
Escribano montesino
Tampoco faltaron las rapaces, en este caso representadas por el buitre leonado y el cernícalo, además de alguna calzada en la lejanía.
Buitre leonado
Cernícalo vulgar
Antes de irnos, entre los aviones roqueros, hizo aparición la observación del día: una golondrina dáurica. Considerando la época del año y que siempre volaba por la misma zona del cortado, es muy probable que se esté reproduciendo en el lugar. La foto es francamente mala, pero la observación lo merece.
Golondrina dáurica
Antes de montar en los coches nos detuvimos un momento para intentar avistar una curruca mosquitera que cantaba entre los arbustos de la rivera.
Buscando a la curruca mosquitera
Luego nos dirigimos a Olleros, por si se viese alguna nutria desde el puente, pero ya avanzada la mañana era difícil. Nos conformamos con unos cigüeñatos.
Jóvenes cigüeñas
De allí nos fuimos a ver la colonia de abejarucos. Los abejarucos en cuestión estuvieron muy poco agradecidos para lo que suelen ser, seguramente por el frío, y nos tuvimos que conformar con observaciones lejanas.
Nidos de abejaruco
Las tarabillas se portaron bastante mejor.
Tarabilla común
También vimos un par de corzos en la ladera de enfrente, levantando a su paso a los abejarucos que descansaban en los arbustos.
Corzo
Otros protagonistas fueron el alcaudón dorsirrojo y un bonito escribano cerillo.
Escribano cerillo
Dejamos a los abejarucos y nos fuimos a Corvio.
Entorno de Corvio
La necrópolis siempre parece levantar el interés de la gente...
Necrópolis de Corvio
Poco a poco fueron apareciendo algunas de las especies objetivo de este lugar: totovías, alondras, bisbitas arbóreos, trigueros, pardillos, cuervos... también lavanderas boyeras con ceba y una curruca carrasqueña que resultó un quebradero de cabeza hasta que por fin se dejó ver en condiciones y pudimos identificarla. Las rapaces más interesantes fueron unas culebreras y un abejero, y los escribanos representativos del lugar cerillos y soteños.
Triguero
Pardillo común
Lavandera boyera
Curruca carrasqueña
Cuervos
Volvimos al pueblo para comer, e igualmente que en la salida del año pasado, Juan y Mariángeles (integrantes en la salida) nos volvieron a ofrecer el jardín de su casa con este fin, algo que es de agradecer... ¡Además con café, té y pastas!
Y por si fuera poco, estuvimos entretenidos con el nido de colirrojos que hay ubicado en su porche, con sus cinco pedigüeños pollos ya muy crecidos.
Colirrojos tizones
Tras la sobremesa nos acercamos un poco al pinar de la zona.
La hora era un poco mala, por lo que los pájaros no lo pusieron fácil. Detectamos carbonero garrapinos, reyezuelo listado, agateador común, picapinos, verdecillo y muchos pinzones, entre otros. También una calzada sobrevolando el bosque.
Pinzón vulgar
Caminando encontramos el nido de una rapaz. Bajo él encontramos varios restos de torcaces y de ardillas, por lo que es razonable hablar de azores.
Nido de azor
Cráneo de ardilla
Y junto al camino una orquídea curiosa, la de la flor del hombre ahorcado.
Aceras antropophorum
Y de allí al último punto de la salida, el tramo del Pisuerga que va desde Aguilar hasta la presa del embalse, donde esperábamos ver al mirlo acuático.
Río Pisuerga
La mayoría de observaciones interesantes tuvieron lugar ya junto a la presa. Aquí unas lavanderas cascadeñas alimentaban sin descanso a sus dispersos pollos volantones con insectos que atrapaban con gran maestría en el aire.
Lavanderas cascadeñas
Y también se dejó ver un joven mirlo acuático, uno de los objetivos.
Mirlo acuático (juvenil)
Capturó una larva acuática envuelta en una cápsula de ramitas y grava, y la estuvo golpeando con gran insistencia para sacarla de su funda protectora.
El vídeo que le saqué es bastante ilustrativo...
En estas otras fotos podéis ver con detalle la cápsula protectora...
...y la larva que alberga dentro.
Una pareja de águilas calzadas y la observación de dos espléndidos machos de oropéndola pusieron punto y final a la salida pajarera, una jornada larga y algo cansada, pero llena de recompensas. Espero que os haya gustado.